La decisión de Obama de levantar las restricciones al uso de fondos federales para investigar con células madre embrionarias ha irritado al Vaticano. De las plácidas relaciones con George Bush a una diplomacia más complicada; o eso parece. L´Osservatore Romano publicó con un día de antelación un artículo de la edición de hoy donde acusa al Ejecutivo estadounidense de traspasar una "línea moral fundamental", subrayando que esa línea es la que "impide tratar a los seres humanos como meros objetos de investigación".

"El reconocimiento de la dignidad personal hay que extenderlo a todas las fases de la existencia del ser humano", señala el artículo, escrito por el director del Centro de Bioética de la Universidad Católica de Roma, Adriano Pessina, quien afirma que la base de una "democracia real" consiste en "reconocer la igualdad de todos los hombres".

En Italia ya hay quien interpreta que el Vaticano recela de tener que vérselas con otra piedra en el zapato del estilo del presidente del Gobierno español. "La imagen de Obama como una especie de Zapatero global es aún hoy rechazada en el Vaticano", escribió ayer en el Corriere della Sera el columnista Massimo Franco.