Un Boeing con 137 niños y niñas de los campamentos de refugiados de Sahara en Tindouf, en el desierto argelino, aterrizó a las nueve de la mañana en el Aeropuerto de Badajoz, donde aguardaban los miembros de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y algunas familias de acogida que no pudieron esperar a verlos en sus lugares de origen, pues el 80% de los menores del programa Vacaciones en Paz ya estuvieron en veranos anteriores. Este año llegan 96 nuevos.

El de ayer fue el primero de los tres vuelos programados. Los otros llegan hoy, uno con cien pequeños que se trasladarán a la provincia de Cáceres y otro con 137 que tienen sus destinos en ciudades de la provincia de Badajoz. En todos los casos, los niños --de entre 7 y 12 años, aunque hay un grupo de 25 que viene con problemas de salud, celiacos entre otros, para quienes no hay límite de edad--, una vez identificados, son trasladados al pabellón deportivo de Talavera para su organización en grupos según las localidades de destino.

En total serán 374 los escolares que pasarán los meses de julio y agosto en Extremadura, acogidos por familias que colaboran con la citada asociación. Esta hace una llamada a los extremeños para acoger a veinte menores que vuelven y no tienen familia de acogida.

Los participantes en el programa se lo han ganado por su rendimiento escolar, explicó Antonio Ríos, de la directiva de Amigos del Pueblo Saharaui.

Todos los niños que repiten vacaciones se muestran deseosos de volver. Los nuevos llegan con la ilusión generada por lo que les cuentan los que ya han estado, pero también con los temores y problemas propios que suponen salir por primera vez de los campamentos --de los cinco de donde proceden: Aiún, Smara, Dajla, Auser y 27 de Febrero--. Según Ríos, lo pasan "mal los primeros días, pero tienen una gran capacidad de adaptación".

Todos los niños pasan un reconocimiento médico en los diez primeros días de estancia en los centros de salud de sus respectivas familias y si se les detecta alguna enfermedad, se les pone en tratamiento y se les hace un seguimiento que puede prolongarse más allá del verano si fuese necesario.

Don Benito y Villanueva son las poblaciones que más niños acogen, unos 50 entre las dos. Talavera la Real es de las que más pequeños recibe en proporción a su población, junto con Llerena; también Almendralejo y Villafranca de los Barros participan, y Badajoz, que en términos relativos es de las que menos niños acoge. Ríos recuerda el papel que puede jugar España apoyando el cumplimiento de las resoluciones de la ONU que Marruecos incumple sistemáticamente, para hallar una solución para el pueblo saharaui, "pues muchos de ellos tuvieron DNI español".