Las temperaturas del próximo verano serán superiores a la media de las últimas décadas en el conjunto de España, aunque muy particularmente en el litoral mediterráneo y Andalucía, y se mantendrá así la línea calurosa de los últimos años, según muestran los pronósticos estacionales hechos públicos ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las lluvias se situarán en los valores habituales para el verano.

Los datos a largo plazo deben observarse con cautela porque no se trata de una previsión convencional, sino de un análisis de tendencias atmosféricas con un elevado margen de error a nivel local, advierte Antonio Conesa, delegado en Catalunya de la Aemet. "Se suele acertar, pero no siempre", insiste.

Además, las tendencias no son muy marcadas, es decir, se espera más calor, pero no necesariamente todo el verano. Aunque la previsión de la Aemet se fundamenta en un modelo de cálculo elaborado por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF), la NOAA --la administración atmosférica de EEUU-- y la Universidad de Columbia han obtenido resultados similares para el sur de Europa.

En cualquier caso, un verano caluroso no sería ninguna novedad puesto que desde el año 2003, que batió todos los récords, no ha habido en España un trimestre veraniego relativamente fresco, con temperaturas inferiores al periodo 1971-2000, utilizado siempre como referencia.

Al margen de la previsión, lo que está claro es que la primavera meteorológica, que empezó el 1 de marzo y concluyó el 31 de mayo, fue la más cálida en el conjunto de España desde que en 1951 empezaron a hacerse medias de este tipo, mediante el promedio de observatorios muy dispares. Los dos primeros lugares los ocupaban hasta ahora 1997 y el 2006.

LLUVIAS TORRENCIALES En el conjunto de España no hubo ningún observatorio con temperaturas más bajas de lo habitual, aunque la primavera más fresca fue proporcionalmente la de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, más Canarias. Junio empezó con lluvias torrenciales y temperaturas frescas, pero que en los últimos días se ha recuperado la normalidad y ahora se espera una progresiva intensificación del calor. De hecho, la Aemet asume que en el conjunto de España ya se ha entrado de pleno en el verano: este fin de semana podrían alcanzarse los 40 grados en los puntos más cálidos del valle del Guadalquivir.