El fantasma del desastre ecológico en el mar se pasea por el Mediterráneo. El hundimiento, en la madrugada de ayer, del buque mercante Don Pedro a una milla del puerto de Ibiza tras chocar con un islote por un error humano ha puesto en marcha todos los mecanismos de control ante la posibilidad de que se convierta en una gran amenaza. El combustible ya llegó ayer tarde hasta el puerto deportivo de Ibiza y a alguna playa, como la de Talamanca.

El accidente del buque, que iba cargado con 150 toneladas de fuel y 50 de gasóleo, originó una mancha de 2,3 millas de largo --unos cuatro kilómetros-- por media milla de ancho que anoche se dirigía hacia el cabo Martinet, según la directora de Salvamento y Seguridad Marítima, Pilar Tejo. Efectivos de Salvamento Marítimo llegados a la isla desde A Coruña, Almería, Castellón y Madrid lograron sellar dos de las tres fugas detectadas en el pecio.

SISTEMA ACTIVADO El mensaje de que la mancha está controlada fue transmitido ayer con convicción por los responsables de gestionar la crisis. Pero todo el sistema de prevención e intervención está activado. De hecho, la Delegación del Gobierno en las islas Baleares movilizó a la empresa pública Tragsa.

El buque de Salvamento Marítimo Clara Campoamor se sumó a las tareas y la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, regresó de forma urgente desde Uruguay para ponerse al frente de las tareas de rescate. El Centro Meteorológico también inició un exhaustivo seguimiento de las corrientes y de los vientos de la zona para valorar el posible impacto de contaminación sobre la costa más próxima. Para completar el dispositivo, el Gobierno balear movilizó embarcaciones del Servicio de Calidad de las Aguas de la Consejería de Medio Ambiente.

Los 18 tripulantes del buque fueron rescatados por Salvamento Marítimo. Aunque no sufrieron ninguna lesión de gravedad, los servicios médicos tuvieron que atender a siete. Con la tripulación también viajaban un camionero y su esposa.

LLEGO EL MARTES El buque, de 116 metros de eslora y perteneciente a la naviera Iscomar, había hecho escala en Palma el martes. Al anochecer entró en el puerto de Ibiza y a las 2.30 de la madrugada concluyó los trabajos portuarios. Con la plataforma prácticamente vacía de carga partió rumbo a Valencia por la ruta sur ibicenca, como es habitual. Cuando se encontraba a una milla del puerto, sufrió una fuerte colisión que causó una vía de agua.

Durante media hora la tripulación trató de mantenerlo a flote, pero nada pudo hacer contra las fuertes entradas de agua. Sobre las tres y media de la madrugada se hundió a 43 metros de profundidad.