Cómo se protege a una mujer que un día pide una orden de alejamiento de su agresor y, al siguiente, vuelve a dormir con él. O a la que un día pone una denuncia y no comparece al juicio. Son preguntas que plantean muchos jueces que han tenido que afrontar situaciones de este tipo. Cuando esto pasa, no hay ley ni policía que pueda proteger a una maltratada.

El magistrado de la Audiencia de Barcelona Santiago Vidal es ponente de una sentencia en un caso de violencia doméstica donde la víctima retiró la denuncia y no acudió al juicio. Un juzgado de lo Penal absolvió al agresor y, tras el recurso del fiscal, la Audiencia confirmó la absolución.

"El tribunal ha de confiar en que la decisión de la denunciante de rechazar su colaboración con la correcta administración de justicia no conlleve que, en el futuro, tengamos que lamentar un resultado lesivo fatal", apunta Vidal en la sentencia, y añade: "Al fin y al cabo, en una sociedad libre, los ciudadanos adultos han de asumir las consecuencias de sus actos".

Síndrome de dependencia

El magistrado también recuerda en su sentencia el "enorme" esfuerzo realizado durante los últimos años para proteger a las víctimas con reformas legales, más medios y sensibilización ciudadana. "Desgraciadamente --añade-- no siempre este esfuerzo es compensado y reconocido por las propias víctimas".

El juez Vidal no es insensible al fenómeno del "síndrome de la mujer maltratada" (la dependencia emocional que hace a una mujer agredida volver con su agresor). Sin embargo, también hay muchos casos, como el que él tuvo que analizar, en el que las mujeres no presentan este tipo de dependencia.

Este juez ha hecho estas consideraciones públicamente a través de su sentencia. Pero son varios los que, desde el anonimato, aseguran sentirse "muy presionados". Todavía permanece en la memoria de los jueces el expediente abierto por el Poder Judicial al titular del Juzgado de Instrucción 3 de Barcelona, Gonzalo de Dios, para estudiar si actuó correctamente en el caso de una mujer que denunció agresiones de su pareja y, finalmente, fue asesinada.

El Consejo del Poder Judicial concluyó que la actuación fue correcta. Una magistrada de instrucción hacía la siguiente consideración. "Soy mujer y soy la primera en decir que hay que terminar con esta situación pero también hay mujeres que piden una orden de protección y esperan en la puerta de los juzgados a que salga su pareja detenida".