Una semana después del naufragio de una patera en aguas de Rota (Cádiz), la marea sigue arrojando a sus playas los cadáveres de los sin papeles que no sobrevivieron a la tragedia. Ayer fueron localizados otros seis cuerpos, por lo que ya se han convertido en 34 los indocumentados que han perdido la vida en este siniestro, uno de los mayores desastres de la inmigración en España por el elevado número de víctimas.

En la noche del sábado 25 de octubre un buque de pasajeros que navegaba en aguas de la bahía de Cádiz avistó la patera, que zozobró en el mar debido a las malas condiciones meteorológicas. La lluvia, el oleaje y el viento eran muy intensos. Desde el barco se dio aviso a las autoridades de la situación de la nave, en la que viajaban más de 50 indocumentados que pretendían acceder a territorio español de manera irregular. El dispositivo de localización y rescate que se activó a continuación dio con el paradero de la embarcación, vacía y ya en la playa.

El domingo aparecieron los primeros cadáveres. El oleaje había arrastrado hasta distintas playas de Rota los cuerpos sin vida de dos inmigrantes, que formaban parte de la expedición clandestina.

El viernes fue el día que apareció el mayor número de cadáveres, cuando fueron localizados a lo largo de todo el día un total de 14 cuerpos, mientras que el sábado aparecieron otros diez. La marea ha arrastrado los cuerpos por toda la bahía.