Unas cincuenta víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos que habían acudido de distintas partes del mundo para celebrar ayer una reunión en Roma, protestaron con gritos cuando se acercó para expresarles su solidaridad el portavoz del Vaticano, el jesuita Federido Lombardi.

La concentración la organizó por la asociación estadounidense Survivor´s Voice y se sumaron otros grupos internacionales e italianos de víctimas de curas pederastas como La Culpa o la asociación del Instituto para sordos Antonio Provolo de Verona.

RECIBIDO CON GRITOS En un momento de la protesta en el Castel Sant´Angelo, a pocos metros de la plaza de San Pedro, el director del centro de prensa del Vaticano, Lombardi, se acercó a los manifestantes para expresarles "su solidaridad", pero estos le recibieron al grito de "vergüenza" o "ahora basta".

Lombardi se alejó poco después sin hacer declaraciones a la prensa y tras intercambiar algunas palabras con uno de los fundadores de la asociación Survivor´s Voice, Gary Bergeron.

Los fundadores de esta asociación estadounidense, Bernie McDaid, de 54 años, y Gary Bergeron, de 47, ambos víctimas de abusos sexuales por parte de un cura de la diócesis de Boston, explicaron en Roma que el fin de esta concentración es que se siga hablando de este problema.

Durante toda la concentración, los participantes pidieron a la Iglesia que "haga más esfuerzos para proteger a los niños de los abusos y para castigar a todos los culpables".

"No sabemos cuántos niños han sufrido abusos por parte de los hombres de la Iglesia, porque la Iglesia católica nunca ha hecho estudios o nos ha dado datos", añadieron.

HUELGA DE HAMBRE También estuvo presente Francesco Zanardi, de 40 años, que comenzó hace once días una huelga de hambre en protesta por la ausencia de respuesta por parte del obispo de Savona, noroeste de Italia, a quien ha pedido que denuncie los casos de pederastia en su diócesis.

Quitad las manos de encima a los niños . Iglesia sin abusos o El Papa protege a los curas pederastas , fueron algunos de los carteles que llevaban los manifestantes.

El programa de la protesta preveía una marcha hacia la Basílica de San Pedro, pero la policía no autorizó esta manifestación, pero finalmente, los agentes italianos dejaron marchar a Bergeron y otra de las víctimas con una vela en la mano para que recorriesen la Vía de la Conciliazione, la avenida que llega hasta la plaza de San Pedro.