El arte es su pasión y su vida. Y ella, una "loca del trabajo". La que así se define es Elena Caicoya, una joven artista nacida en Vigo, descendiente de cacereños y residente en Madrid, que estos días ofrece una muestra de sus obras en Cáceres, en el Centro Cultural Capitol de Caja Duero.

Siempre ha reconocido, y vuelve a hacerlo para este diario, que es una trabajadora incansable que vive por y para el arte, al que sería capaz, afirma, de estar dedicada sin parar durante horas. "De hecho, para terminar obras que quería traer aquí a Cáceres he llegado a estar hasta 48 horas sin dormir".

Una dedicación total que ella justifica "en lo mucho que me gusta lo que hago", que es de todo, de todo lo que de una u otra forma esté relacionado con el arte, desde pinturas a esculturas, litografías, serigrafías, dibujos, grabados, fotografía...

Y es su pasión e incasable dedicación lo que ha hecho, posiblemente, que esta licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid haya llegado ya tan lejos en el mundo del arte. Y es que con tan solo 25 años, Elena Caicoya está, así lo afirman los críticos, "pegando fuerte en el panorama artístico español". Ha ganado ya varios certámenes, como la edición del 2009 del Certamen Cultural Ibérico organizado por el Ayuntamiento de Cáceres, con la obra titulada ´Inquietudes extremeñas´; ha vendido medio centenar de obras; y ha realizado numerosas exposiciones.

´Movimientos. Entre mar, aire y asfalto´ es el título con la que ahora se presenta en Cáceres. Inaugurada ayer, y que podrá visitarse hasta el 27 de febrero en el Centro Capitol, se trata de una muestra en la que se reúnen obras de distinta naturaleza y técnica, desde pintura --figurativa, expresionista, simbolista...--, a escultura e incluso, como ella define, pinturas-escultóricas.

Son obras centradas, dice Caicoya, en el mundo de los sueños, los símbolos y los objetos. Obras con las que busca concienciar del valor de todo aquello que nos rodea. "Ciertamente se habla mucho en estas obras de los objetos, de que son necesarios, forman parte de nuestra existencia y hay que darles más valor, no adquirirlos y despojarnos de ellos con la fugacidad y rapidez con que todo se hace en nuestra sociedad".

Es esta una exposición que se suma a las ya muchas realizadas anteriormente y a la que ella confía se sucedan muchas más, pues según reconoce su mayor aspiración "es poder dedicarme por entero al arte, vivir de él, pues por él llevo luchando desde hace muchos años y trabajando duro para poder formarme".

Su empeño no tiene freno, para conseguir su meta está dispuesta a trabajar de sol a sol; y su arte no tiene límites, lo mismo se dedica a los pinceles como sustituye estos por su cámara fotográfica. Todo lo que sea arte la fascina y apasiona.