El calor y el viento dificultaban ayer el control del incendio que afecta a la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo, mientras que en Tarragona los bomberos confiaban en dar por controlado anoche el fuego y sí ha mejorado la situación de los incendios activos en Ávila, que podrían haber sido provocados.

Por su parte, la primera ola de calor del verano llegó este domingo a su fin tras cinco días sofocantes que han causado dos muertos -un joven de 17 años en Córdoba y un hombre de 93 años en Valladolid- y récords de temperaturas en muchas provincias, pero el calor persistirá en el arranque de la semana y mantendrá bajo aviso hoy lunes a doce provincias.

Los termómetros han descendido este domingo y seguirán esa tendencia mañana, jornada en la que los únicos puntos que seguirán con temperaturas cercanas a los 40 grados -y por ello bajo aviso de nivel medio, naranja- son el Pirineo y la depresión central de Lleida, en Cataluña; y el sur de Huesca, la zona occidental de Zaragoza y el noroeste de Teruel, en Aragón. Será un inicio de semana cálido pero alejado de la situación de bochorno generalizado reinante desde el miércoles.

SIN CONTROLAR / El fuego que desde este pasado viernes se extiende por Almorox (Toledo) y las localidades madrileñas de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos ha obligado a cortar tramos de cuatro carreteras madrileñas (la M-541, M-542, M-507 y M-546) y a evacuar a unas 40 personas de la urbanización Alberche del Encinar, que se unen a las del camping de Cadalso.

No se esperaba que el fuego pudiera ser controlado anoche, debido al calor y la intensidad del viento, explicó la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Paz García Vera, que señaló que el incendio ha arrasado ya 4.000 hectáreas. Esta cifra ha sido, no obstante, rebajada por Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, que calcula en 2.700 las hectáreas calcinadas hasta el momento.

«Me gustaría decir que en el día de hoy (por ayer) pudiera ser controlado pero todo parece indicar que va a ser materialmente imposible que el fuego se controle», aseguró García Vera, tras visitar el punto de control del operativo. Lo mismo opinó el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, que acudido al centro de control del incendio, en Cenicientos, donde dijo que es «materialmente imposible» que el fuego fuera controlado este domingo por su virulencia y porque está «partido en dos flancos».

La Comunidad de Madrid ha activado el nivel 2 del plan de emergencias contra incendios y en la zona trabajan cerca de 500 efectivos entre bomberos, miembros de la Unidad Militar de Emergencias, guardia civiles, el Summa y agentes forestales, además de 14 medios aéreos, entre ellos tres hidroaviones del Ministerio de Agricultura y un helicóptero de coordinación.

Mientras, los bomberos confiaban en dar por controlado anoche el incendio que se declaró el miércoles en la Ribera d’Ebre (Tarragona) y las Administraciones trabajan en un plan de choque para relanzar una zona en la que han ardido unas 6.000 hectáreas. Los bomberos de la Generalitat también han estabilizado el incendio de vegetación agrícola que se declaró ayer en Talavera (Lleida), tras quemar unas 40 hectáreas, y que podría haber sido originado por una máquina cosechadora.

En la ciudad de Toledo quedó controlado a las 8.34 horas de la mañana el incendio forestal iniciado el viernes en las afueras de la capital, tras quemar unas 1.600 hectáreas. En Castilla y León, el consejero en funciones de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha señalado que cree que detrás de los incendios aún activos en Ávila está «la mano del hombre».

La Junta ha rebajado el nivel de peligrosidad de los incendios que aún siguen activos en los municipios abulenses de El Arenal, Gavilanes y Pedro Bernardo, todos en la vertiente sur de la sierra de Gredos, dentro de la comarca del valle del Tiétar. Suárez-Quiñones confió en que el incendio de Gavilanes, con un perímetro de 10 kilómetros, quedara ayer estabilizado, mientras que en Pedro Bernardo se mantiene el nivel 1 de peligrosidad.