La vigilancia de las aguas y las costas de Canarias y del Africa subsahariana que efectuará desde el 18 de julio el Frontex (la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores) tendrá carácter "indefinido". Lo reveló ayer el presidente canario, Adán Martín, tras reunirse con José Luis Rodríguez Zapatero en la sede de la presidencia de las islas en Tenerife. El jefe del Gobierno central ofreció su "compromiso personal" de "no regatear medios materiales, humanos y políticos" para frenar la inmigración ilegal, un fenómeno que en lo que va de año ha llevado al archipiélago a 11.155 sin papeles. El plan de seguridad para Canarias recibirá este mes el visto bueno del Consejo de Ministros.

Zapatero viajó ayer a Tenerife para tomar contacto directo con el fenómeno de la inmigración ilegal. Cumplía así el compromiso que adquirió ante el presidente canario en junio, cuando este visitó la Moncloa. Junto al mandatario canario y al ministro de Trabajo, Jesús Caldera, Zapatero recorrió dos centros de acogida de inmigrantes --Las Raíces y Hoya Fría-- y visitó el dispositivo de emergencia instalado en el puerto de Los Cristianos, punto de llegada habitual de cayucos.

Tras el periplo, Zapatero se felicitó del "trato ejemplar" que se dispensa a "seres humanos que sólo buscan vivir con dignidad". Dijo sentirse "orgulloso" de presidir un país cuyos ciudadanos tratan a los que vienen por una oportunidad como les gustaría ser tratados: "Se trata de darles una esperanza de trabajo y de vida digna", resumió antes de partir a Fuerteventura, donde visitó otros dos centros de acogida.

En una declaración conjunta con Martín, Zapatero destacó los resultados que ya han producido los "esfuerzos movilizadores" de su Gobierno tanto en la Unión Europea como ante los países del Africa subsahariana, cuyos controles de salida de emigrantes son la "clave" de una futura solución para el fenómeno migratorio.