El vigilante de la vivienda de los Tous en Sant Fruitós de Bages desmintió ayer al yerno de los joyeros, Lluís Corominas, al señalarle como el jefe de seguridad de la familia. Contradijo la última versión del acusado, que se enfrenta a 11 años de prisión por el presunto homicidio de un albanokosovar sospechoso de intentar robar en el chalet el 9 de diciembre del 2006. "Corominas nos indicaba lo que teníamos que hacer. Tenía con él una relación de subordinado. Era la persona con la que teníamos contacto y el responsable de la seguridad y protección de la familia Tous", declaró Julio Francisco López, que todavía trabaja en la casa. El excuñado de Corominas, en cambio, afirmó que cree que el acusado no ejercía como director de seguridad.

El procesado aseguró el pasado jueves que él no era el coordinador de seguridad y que actuó el día de los hechos como un "yerno que padecía por sus suegros", refutando, a su vez, la declaración que hizo ante el juez tres días después del suceso y tras su detención.

Entonces admitió que actuó como coordinador de seguridad y de forma profesional. Según explicó ayer López, las indicaciones que tenía de Corominas en caso de incidentes eran que llamara a los Mossos y después a él. Y eso fue lo que hizo la noche del suceso. Las conversaciones registradas por una cámara de seguridad de la casa (el vigilante controlaba desde su puesto casi 100 cámaras en distintas viviendas de la familia) dan fe de ello.

El jurado escuchó ayer el audio del vídeo sorpresa presentado por la defensa.

En la primera de las conversaciones, el vigilante comunica a los Mossos: "Hay un ladrón dentro de la casa de los Tous". Después llama a Corominas y le dice: "Están dentro de la casa. Acabo de llamar a los Mossos. Ven, ven armado". El testigo precisó que supuso que los ladrones llevaban pistola, aunque no vio ninguna. "Pensé que era algo más grave que un robo: un secuestro o una extorsión. Vi movimientos extraños".