Cada vez que leo alguna opinión en torno al tema de la refinería observo que se le sigue dando eco a los radicales y a aquellos que se dedican a dividir a las gentes. Y es que de un tiempo a esta parte han surgido todo un elenco de políticos populistas y de manipuladores que al albur del movimiento antirefinería o, más bien, antisocialista, están aprovechando la coyuntura para estar todos los días en los medios de comunicación y para provocar crispación, malestar y división. Y, yo me pregunto, igual que existen diferencias en las ideologías políticas de los vecinos de Villafranca, que se defienden pacíficamente y nunca nos han enfrentado ni dividido, por qué no se hace lo mismo en torno al tema de la refinería o es que a los que están en el candelero últimamente les interesa la crispación para sacar rentabilidad política.

Respeto a los que están en contra del proyecto de la refinería, y pido el mismo respeto para los que pensamos de manera diferente. Defendamos nuestras opiniones con razonamientos y no con el insulto, la mentira y la violencia. Apartemos de una vez por todas a los carroñeros y a los oportunistas y que los villafranqueses podamos seguir conviviendo en armonía, trabajando juntos para afrontar los retos futuros, sea cual sea nuestra tendencia política o tengamos la opinión que sea en torno al tema de la refinería o ante cualquier otro que se nos plantee en el futuro.

Si respetamos la legalidad vigente y queremos que la ley nos ampare, dejemos que el proyecto de refinería siga su curso legal, y si cumple la normativa vigente y los requisitos medioambientales y sanitarios establecidos, qué derecho tenemos a impedir su instalación o es que ahora no sólo hay que cumplir la ley si no que además el empresario en cuestión tiene que caer en gracia. Estemos vigilantes, seamos críticos, pongamos las alegaciones que hagan falta al proyecto y si no cumpliese con todo lo anteriormente dicho, pues no se pone, ni aquí ni en Pekín, porque lo que no es bueno para mí no ha de serlo para nadie. SEBASTIAN MERINO MURIANA. Villafranca de los Barros