TDte los vinos que he regalado (y bebido) estas Navidades, el que más me ha gustado ha sido un tinto Ribera del Guadiana Basangus de la bodega de Almendralejo Compañía Vinícola del Guadiana. Se lo obsequié a mi padre y él tuvo el detalle de abrir la botella inmediatamente para bebérnosla a dúo con un lomo blanco de Ceclavín y unas aceitunas negras de cosecha propia. El Basangus superó por goleada a otros tintos probados estas fiestas de Ribera del Duero y Penedés e incluso, aunque con menos contundencia, al Marqués de Riscal (DO Rioja) que se abrió en la cena de Nochebuena. ¡Y era el más barato de todos!

En las sobremesas navideñas de Extremadura se habla mucho de vino y se suele criticar el precio que alcanza en los restaurantes de la región. Para que esta noche vayan ustedes bien pertrechados de argumentos, me he entretenido comparando los precios de algunos vinos extremeños en las tiendas y el que marcan las cartas de dos restaurantes tan emblemáticos como Torre de Sande y Atrio. En el primero, el Basangus (10.50 en enoteca) cuesta 25 euros; un Miraculus de 12 euros en la tienda, alcanza los 22 en la carta; un Corte Real Platinum de 12 euros en la calle, se sirve en el restaurante a 27,15 y un Santa Marina cabernet de 5,90, sale en mesa a 14,50 euros. No parecen precios para escandalizarse. En Atrio, los vinos, lógicamente, son algo más caros. Un Castelar del 99: 2,60 euros en tienda y 22,50 en sala; el Torre Julia de 9,62 euros está a 25,80 y el Santa Marina cabernet de 1999: 5,90 en la calle, 22,10 en el restaurante.