A PARTIR del 1 de julio, las bebidas que contengan más de 1,2 grados de alcohol tendrán que dejar de publicitarse apelando a sus supuestos efectos saludables, como ocurre ahora con los vinos. Ese día entrará en vigor la norma europea que prohíbe que nuncios de brebajes alcohólicos usen sus efectos beneficiosos para la salud para venderse.