Gregorio Cano, más conocido como 'el violador de la Verneda', ha salido de la cárcel de Can Brians a primera hora de este jueves. Cano queda libre tras 20 años en prisión pese a su alto riesgo de reincidencia. A su salida, Cano ha lamentado el dolor causado a sus víctimas y ha asegurado que está rehabilitado. Pese a sus palabras, la fiscalía considera que no está rehabilitado.

En declaraciones a los medios que le esperaban a las puertas de Can Brians, Cano ha afirmado: "Los programas que hay contra la gente que ha cometido estos delitos son efectivos si uno quiere. Si no quiere, desde luego va a seguir igual. Yo lo he logrado. Hay que ver con el tiempo si es efectivo o no". Tapándose la cara con una capucha y una braga, ha explicado que ha intentado quitarse la vida varias veces: "Porque no se merece nadie lo que hice". Y ha pedido perdón a las víctimas, "a las que les hice tanto daño".

El 'violador de la Verneda' ha cumplido los 20 años de prisión que la ley prevé como máximo, de los 167 que se le impusieron por las 17 agresiones sexuales de las que se confesó autor, cometidas entre febrero de 1997 y mayo de 1998 en portales y edificios despoblados de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Montcada i Reixac (Barcelona).

Cano, de 48 años, será sometido, por orden de la fiscalía, a una vigilancia "no invasiva" de los Mossos d'Esquadra. El ministerio público ha activado el protocolo previsto para el seguimiento de los antiguos presos considerados como peligrosos, tras recibir informes penitenciarios que alertan de que el violador múltiple no está rehabilitado y su riesgo de reincidencia es elevado.

Pocas horas antes de su salida, la abogada de las víctimas de Cano, María José Varela, advertía de que los violadores múltiples excarcelados en Catalunya no están rehabilitados y ha cuestionado así la labor de las prisiones. Varela ha señalado que las víctimas ven la excarcelación de Cano con "desazón" e "inquietud", ya que están reviviendo un proceso del que no quieren "ni oír hablar".

Consumidor de drogas

Cano, condenado en diciembre del 2000, admitió durante el juicio haber agredido sexualmente a 17 mujeres aunque se justificó diciendo que no estaba en sus "cabales" ya que había consumido éxtasis y speed. Las violaciones se produjeron entre febrero de 1997 y mayo de 1998. A 15 de sus víctimas les obligó a hacerle una felación: las amenazaba con una navaja aunque no les hirió con el arma. El recluso actuó tanto en la Verneda (lo que le dio el nombre) como en Horta, Poblenou o Sant Andreu, en Barcelona; en L'Hospitalet de Llobregat y en Montcada i Reixac. Sus víctimas tenían entre 18 y 38 años. Las atacaba de noche o madrugada en los portales o ascensores de sus casas y siempre se desplazaba con un coche blanco, relataron en su día las mujeres.

El violador de la Verneda fue detenido el 8 de mayo de 1998 tras intentar agredir a otra mujer, que resultó ser una agente de policía que le tendió una trampa. Durante el juicio, Cano pidió perdón a las víctimas, que no tuvieron que soportar el mal trago que tener que declarar ante un tribunal. A pesar de que inicialmente el abogado del violador intentó justificar su conducta porque sufría transtornos de personalidad, este eximente no fue admitido por el tribunal.

Cuando finalmente fue capturado, la policía explicó que se trataba de un joven que tenía una vida aparentemente normal. Tenía novia y trabajaba en unos grandes almacenes. Las pruebas de ADN del semen del acusado y las muestras halladas en las agredidas fueron claves para condenarlo.