Un tifón bautizado con el nombre de Nanmadol, el más intenso que espera Filipinas este año, ha provocado, al menos, 13 muertos en ese país y se dirigía ayer hacia Taiwán. Entre los fallecidos hay cinco niños de entre 4 y 13 años, víctimas de los corrimientos de tierra en la provincia de Pangasinan y en el área montañosa de Baguio. El resto de las víctimas murieron a causa de las riadas principalmente en las zonas montañosas o cerca del mar.

El tornado, acompañado de fuertes lluvias y vientos de hasta 230 kilómetros por hora, azotó el norte de la isla principal del archipiélago. Una veintena de tifones golpean Filipinas cada año. Los últimos provocaron 70 muertos en julio y, en el 2009, la mortandad por la misma causa fue superior al millar.

La tormenta José, formada cerca de las Bermudas, es la décima de la temporada de huracanes, pero no es una amenaza para EEUU.