TYta salió en danza, de nuevo, el del cornetín. Esta vez representado por un teniente general lenguaraz, que, henchido el pecho y apelando a sagrado juramento, se sitúa bajo la égida sanjurjiana y nos larga una filípica amenazante. Con la excusa de defender la Constitución, se la pasa por el forro del fajín y nos dice un aquí estamos muy poco tranquilizador. Y hablando del Ejército, así, con mayúscula, como si éste fuera independiente de cualquier otro poder. O sea, lo dicho, ciscándose en el Estado de Derecho que dice defender. Por no hablar de los conmilitones que han salido, como moscas a la miel, a completar la banda con sus trompetas, tambores y flautas traveseras. ¡Virgen Santa, qué espectáculo!

Y mientras, los políticos a lo suyo: el Bono , con su vocación de primadonna del tomate, en su numerito mediático; ZP disperso y vacuo, como siempre; el PP, con unas declaraciones tibias y equidistantes que invitan a la sospecha; y el Llamazares .... no me acuerdo. Y todo acompañado de peñascazo va, peñascazo viene. Ellos a sus guerrillas de patio de colegio, y el resto de Europa aireando los fantasmas que estos obstruidos desatascan. Y el Carod y sus camisas pardas inflando el globo del martirilogio anticatalanista, que todo es bueno para la causa, como el monje con la puta a cuestas. Con lo cual el del pregón cuartelero, por aquello de la acción y la reacción, consigue lo contrario de lo que buscaba.

Y nosotros, ¿qué? Pues eso, espectadores de este circo, sobado y rancio, en el que el jefe de pista, enchufado, se autocalifica de notable con un 8,5. La tragedia es que él no es Fellini .