Un volcán dormido durante 400 años despertó ayer en Indonesia y forzó la evacuación urgente de miles de personas. La erupción del monte Sinabung se produjo a medianoche en la isla de Sumatra, en la parte occidental del archipiélago, después de varios días de temblores que habían elevado la alerta al nivel rojo. El volcán arrojó lava y arena todo el día y elevó humo hasta 1.500 metros de altura.

Un hombre murió por insuficiencia respiratoria y otro por un ataque al corazón. Los afectados han relatado a la prensa local que la lava se acercaba ladera abajo como "una bola de fuego".

Unas 12.000 personas han sido evacuadas de la zona, eminentemente agrícola, donde se desató el pánico. Protección Civil envió decenas de camiones, ambulancias y autocares para trasladar a los lugareños de 17 aldeas situadas en las zonas más altas de la falda del volcán, de 2.460 metros, hacia refugios temporales. Además se han distribuido 7.000 máscaras entre la población. "Desde la erupción estamos aconsejando a los residentes que permanezcan en los refugios al menos durante una semana más, o hasta que rebajemos el nivel de alerta", dijo un portavoz de la agencia de gestión de desastres naturales.

DESDE EL SIGLO XVII La última erupción del monte Sinabung databa del año 1600. "Tenemos poco conocimiento de sus patrones de erupción y formas generales", reconoció Surono, jefe del centro vulcanológico de Indonesia. La lava ha provocado incendios en bosques y campos, según fuentes locales. La principal ciudad más cercana al volcán es Medán, donde no se interrumpieron los vuelos.

Las erupciones volcánicas no son raras en Indonesia, el archipiélago más largo del mundo. Se encuentra sobre el llamado anillo de fuego , un arco de volcanes y fallas tectónicas que rodean la cuenca del Océano Pacífico. En el país hay más de 400 volcanes, de los que al menos 129 permanecen activos y 65 están calificados como peligrosos.