El congreso Lo Mejor de la Gastronomía, que cada noviembre revoluciona las cocinas españolas desde el Kursaal de San Sebastián, terminó ayer de forma rutinaria. En este caso, ese adjetivo es confortador porque es la primera vez, desde hace un mes, en la que los maestros vascos aparecen en público para cocinar en lugar de para entrar o salir de un tribunal.

Los congresistas tuvieron la oportunidad de ver en acción a 50 chefs, 25 de ellos extranjeros, y sumergirse en la nebulosa de nitrógeno líquido, la técnica que llena los restaurantes como la contaminación enneblinó Londres. El encuentro de cuatro días fue clausurado con un homenaje al francés Alain Ducasse, hombre multinacional con franquicias en todo el mundo.

BELLEZA CARCELARIA "Me siento como Giselle Bundchen". Fernanda María de Jesús agachó la cabeza para sentir sobre su cabello la corona. Luego recibió el ramo de flores. Llegaron los aplausos y sonrió triunfalmente. Condenada a cuatro años por tráfico de drogas, se convirtió a los 24 en Miss Presidiaria.

"El certamen reunió a las presas más bellas del estado (Sao Paulo)", dijo el diario O Globo. Fernanda María ya ha cumplido dos años y siete meses. Antes de ser detenida, era profesora en un gimnasio y llegó al concurso "por casualidad". "La candidata original" fue liberada antes.

PUÑOS DE ORO Los arrebatos de Ernesto de Hannóver le han costado una fama de quebrantahuesos y, desde ayer, también una multa de 445.000 euros. En un juicio por apelación, el príncipe fue condenado a pagar ese importe por la agresión al dueño de una discoteca de Kenia, incidente al que, confesó, llegó "cegado por la ira" y ayudado por "los efectos del alcohol". Ernesto ya fue condenado a ocho meses y a pagar 250.000 euros.

ALTEZA EN CORRERIAS Las correrías del príncipe Enrique son transoceánicas. Funcionarios argentinos han pedido a las autoridades británicas que "controlen" al hijo de Carlos de Inglaterra porque, en su estancia en Argentina, suele escaparse de la casa de campo en la que está alojado para salir de juerga.

Según publicó ayer el diario argentino Página/12, se han planteado recluir al príncipe en la embajada del Reino Unido y avanzar su partida de Argentina. Enrique, de 20 años, se ha ido de vacaciones rurales a una casa situada en Lobos, a 100 kilómetros de Buenos Aires, donde supuestamente llegó en búsqueda de tranquilidad.