Los últimos tres meses no han sido nada fáciles para una de las promesas del deporte extremeño. Hugo Nieto González tiene nueve años y es uno de los mejores pilotos alevines de motocross a nivel nacional. Pero debido a una lesión que sufrió el pasado 11 de abril en el Pueblonuevo de Miramontes tuvo que aparcar la moto durante una temporada. La acción que le obligó a llevar escayola durante dos meses fue de lo más tonta e inesperada. Todo ocurrió mientras calentaba la moto para salir a los entrenamientos. Hubo un momento en el que se le levantó apoyó mal el pie con tan mala suerte que le cayó encima y le rompió la tibia y el peroné. Según explica su padre, Agustín Nieto, "la lesión al principio supuso un susto muy grande pero después estaba con las muletas haciendo peripecias y saltando las escaleras, y la silla de ruedas la convirtió en su nueva moto".

Tras dos largos meses escayolado y obligado a ver las carreras como espectador empezó con la rehabilitación y a finales del mes de julio llegó el momento esperado: pudo volver a subirse en la moto. Hasta el momento lleva muy pocos entrenamientos, pero se siente muy cómodo en ella. Además, le empujan las ganas que tenía de volver y el apoyo incondicional de sus padres, que como ha reconocido Agustín le apoyan desde el primer momento con todos los medios que se necesitan, que no son pocos, para un deporte como el motocross. "No sólo se requiere dinero, también equipo, furgoneta, recambios para la moto, licencias, seguros y sobre todo tiempo, hay que sacarlo de donde sea, para estar con él".

Para el proceso de rehabilitación ha hecho natación y ha montado en bici, algo que no le ha supuesto un gran esfuerzo, ya que le encantan los deportes, y aparte de motocross hace karate y escalada junto a un tío suyo. Además, le encantan las manualidades. Una afición, que al igual que las motos, la ha heredado de su padre, ya que pasa muchas horas en la galería de arte con él y tiene su propio ´estudio´. Gracias a Agustín Hugo ha aprendido que la competición es adrenalina y crea adicción, "porque un día no te apetece montar en moto pero al arrancarla y conducirla se vuelve a despertar ese gusanillo que te lleva a disfrutar", explica Agustín.

Entrena una tarde entre semana y el fin de semana, compaginado con los estudios. "Lo que más me gusta son los saltos y lo que mejor se me da son las salidas", comenta Hugo. "Hay que agradecer a Motoclub Las Arenas el esfuerzo que realiza, ya que todos los miércoles dan clases de la mano de Diego María Lancho. También a la Federación Extremeña por el buen campeonato que tiene y que poco a poco se preocupa más de los pequeños. Se echa en falta el apoyo de la Consejería de Jóvenes y Deporte", añade Agustín.