Los universitarios deberán obtener una nota media de al menos 6,5 para poder optar a una beca. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, mantuvo ayer esta exigencia antes, durante y después de la reunión con la Conferencia de Rectores Españoles (CRUE) para explicar su polémico decreto. "Nuestra posición no ha variado. El decreto es responsabilidad del Gobierno", subrayó en tono desafiante al término de la celebración Consejo de Universidades, en el que la presidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle, le pidió la retirada del proyecto si no cambia su contenido al entender que es "excluyente" porque ataca a los más vulnerables, expulsará del sistema a muchos estudiantes y lleva a que desaparezca "la igualdad de oportunidades".

Tras una reunión de más de tres horas, el titular de Educación únicamente se mostró dispuesto a considerar "algunas circunstancias" de la futura disposición, para lo que pidió a los rectores que antes de una semana le envíen sus "sugerencias", que al menos serán debatidas. Pero insistió en que, a pesar de la apertura de "este mecanismo de diálogo", es reacio a introducir cambios. "Una revisión con carácter general de los requisitos no está en nuestro horizonte. Lo que sí excluyo es la revisión de los principios", subrayó.

Su postura contrasta con la que mantuvo el miércoles en la reunión con las comunidades autónomas, donde también se encontró con una oposición frontal, incluida la de las gobernadas por el PP. Pero en ese caso se mostró dispuesto a revisar el sistema, es decir, a rebajar las exigencias académicas. Wert trató ayer de justificarlo argumentando que en el caso de las becas de bachillerato se tuvo en cuenta que la subida prevista del 5,5 de nota al 6 puede influir negativamente en el objetivo de rebajar el abandono escolar temprano. "Pero en este caso no es cuestión de aumentar el acceso al nivel universitario sino de lograr el mejor rendimiento de la ingente cantidad de dinero público invertido", dijo.

SIN COMPROMISO Wert negó que el decreto, tal como está redactado, implique una disminución de un 50% de los alumnos becados hoy en día, como denunciaron los rectores, y rebatió que se dé al traste con un derecho, ya que "todos los derechos exigen unos requisitos".