El ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere imprimir una velocidad de crucero a su polémico sistema de becas que exige un 6,5 para acceder a las becas universitarias, de forma que, con la convocatoria de las ayudas en agosto, se pueda aplicar el próximo curso. El texto ha recibido el respaldo del Consejo de Estado -principal órgano consultivo del Ejecutivo- y salvado el último trámite para ser aprobado en Consejo de Ministros, según fuentes de su equipo, sin casi variaciones con respecto al defendido por Wert.

El decreto, tras la crítica interna de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, solo "dulcificó" la nota del 6,5 al 5,5 para la exención de las matrícula universitaria el primer año. Wert también mantiene, muy a su pesar, en un 5 y un 5,5 la nota requerida para tener una beca en FP de grado medio y bachillerato, respectivamente. Esta marcha atrás obedece a que desde el Ejecutivo le hicieron ver que el aumento iría en contradicción con el objetivo de su reforma, rebajar la tasa del fracaso escolar, ya que expulsaría del sistema educativo y condenaría al paro juvenil a multitud de alumnos que, por falta de medios no podrían cursar estudios más allá de la ESO.