El coste de la ley orgánica de mejora de la ley educativa (LOMCE), que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere comenzar a implantar el curso 2014-2015, se ha desbocado. La nueva memoria del proyecto, enviada ayer a las comunidades autónomas, fulmina la anterior y dispara el escaso coste inicial cifrado en tan solo 7,5 millones de euros para los dos primeros años, como de adelantó EL PERIODICO. Con un cambio de criterios y de cálculo, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, cifró ayer en 408 millones la aportación que asumirá el Ejecutivo central en tres años. Pero a ellos habrán de añadirse otros tantos --o más-- cada año en concepto de costes indirectos o consolidación, que deberán asumir las comunidades y que comenzarán a pagarse a partir del cuarto ejercicio.

Según el equipo del ministro Wert, el primer factor que ha disparado los costes es el alto índice de población escolar en el ámbito rural en algunas comunidades, que en el primer borrador no se tuvo en cuenta. El segundo es la implantación de dos itinerarios en 4º de ESO (hacia FP o Bachillerato), que exigirá desdoblar ese curso. Y el tercero, un ahorro menor al inicialmente previsto (que ascendía a 67 millones de euros en dos años) y que se atribuyó a la "compactación" del bachillerato. Finalmente esa cifra se ha corregido, porque serán las autonomías y centros tendrán más capacidad para fijar las asignaturas y la carga lectiva y, por tanto, las que fijarán el ahorro. Además, hay que financiar la FP básica.

Como consecuencia de estos cambios en el nuevo proyecto, que será debatido el 7 de febrero, el ministerio prevé invertir 23 millones el primer año y 130 millones el segundo. El coste mayor tendrá lugar en un tercer año de implantación de la reforma: 255 millones. En la memoria del anteproyecto presentada a los consejeros de Educación el 4 de diciembre pasado (y adelantada por EL PERIODICO), la previsión del ministerio era gastar 11,3 millones el segundo año, tras haberse ahorrado 3,8 millones el primero.

LA CONSOLIDACION Más farragoso e impreciso es el capítulo de costes indirectos que el ministerio quiere endosar a las comunidades autónomas, cuando la reforma esté ya en marcha. La intención es que aumente el porcentaje de los alumnos de FP y baje la tasa de abandono educativo temprano, los alumnos que no siguen estudiando tras la educación obligatoria. Hoy esa tasa es del 26,5% y el Gobierno quiere acercarla a la media europea (13,5%).

El equipo de Wert ha diseñado tres posibles escenarios. Uno, pesimista o de éxito moderado, en el que se reduzca un 6% el abandono escolar, que costaría 150 millones por año. Otro intermedio, que supone reducir el índice un 11%, valorado en 332 millones, y un tercero, el más optimista, que supondría reducirlo en un 17% y llegar al 9% actual de Finlandia, con un coste de 927 millones. "Cuanto más éxito tenga la LOMCE, mayores serán los costes indirectos", advirtió Gomendio. Eso quiere decir que se han de crear más puestos en FP, tendrá que haber más profesores y centros adecuados para darla.

¿Cuál será el coste en cada comunidad? El ministerio no se atreve a fijarlo y dice que penderá de su porcentaje de abandono escolar y el coste de las ramas de FP que se establezcan, de acuerdo con su tejido industrial. En cualquier caso, la FP es más cara que el bachillerato y un puesto cuesta al año un mínimo de 6.000 euros. El PSOE calificó de low cost la memoria.