Las víctimas mortales del incendio en el Peloponeso, al suroeste de Atenas, aumentaron a 37, mientras continuaba el recuento desde primeras horas de la madrugada por las autoridades, informó hoy el cuartel general de bomberos. La policía avanzaba pueblo por pueblo en las prefecturas de Ilias, Laconia y Mesinia, a 200 kilómetros de Atenas, en las faldas de los montes de Tayetos y Parnonos, a la búsqueda de decenas de personas que habían sido declaradas desaparecidas por sus familiares.

Entre los muertos figuraban el dueño de un hotel, su hermana, una empleada y dos turistas que quedaron aislados por las llamas en la localidad de Areopolis en Laconia, además de un bombero que pereció de un paro cardíaco. Otras 12 personas murieron calcinadas en el pueblo de Makistos, y otras once, incluidos cuatro niños, fallecieron en un accidente de tráfico en una carretera rural, cuando huían de las llamas cerca del pueblo Artemisa.

El resto de las víctimas mortales procedía de diversos pueblos que se negaron a abandonar sus bienes y se vieron atrapadas por los incendios. La labor de los bomberos, del ejército y de la policía para extinguir los veinte focos en diversas lugares de la península del Peloponeso se vio hoy dificultada por los vigorosos vientos que reinaban en la zona.