El hallazgo de numerosos cadáveres ha elevado a 96 la cifra oficial de muertos en los incendios que han destruido al menos 640 viviendas y arrasado decenas de miles de hectáreas de bosques en el sureño Estado de Victoria, en la peor ola de incendios del último cuarto de siglo.El recuento policial de víctimas ha ido en aumento en un goteo incesante a lo largo de las últimas horas, a medida que los equipos de rescate han logrado acceder a los lugares afectados por las llamas, donde han encontrado cuerpos carbonizados en coches y viviendas."El infierno con toda su furia ha visitado a las buenas personas de Victoria en las últimas 24 horas. Es una tragedia para la nación", ha dicho el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que ha visitado la región a primera hora de hoy y ha anunciado un fondo de 10 millones de dólares australianos para los afectados (cerca de 5 millones de euros).Miles de voluntariosMiles de bomberos y voluntarios siguen luchando contra el fuego en nueve focos que arden fuera de control en el Estado, donde el calor ha bajado considerablemente. Aun así, el primer ministro del Estado de Victoria, John Brumby, que también se ha personado en varios lugares afectados por el fuego, ha avisado de que la situación no es segura y ha pedido prudencia a los habitantes de la zona."Un número importante de incendios están fuera de control. Tomará varios días hacerse con la situación", ha dicho Brumby, quien teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas, debido al alto número de heridos graves hospitalizados.Brumby ha acordado esta mañana con Rudd que el Ejército se una a los 3.000 bomberos y miles de voluntarios que combaten las llamas y atienden a las víctimas. "Van a proporcionar colaboración y logística. Contribuirán con carburante, apoyo logístico, maquinaria pesada, algo de personal y la asistencia en el control de las situaciones muy difíciles", ha detallado Brumby.