Hace tan sólo dos años, la petrolera Yukos ocupaba el segundo lugar en la lista de empresas rusas por su capitalización en bolsa y suministraba el 20% del petróleo extraído en Rusia. Sin embargo, actualmente la compañía se encuentra acuciada por deudas multimillonarias, después de que el gobierno del presidente Vladimir Putin le exigiera el pago de los impuestos impagados entre el 2000 y el 2002.

El fundador y expresidente de la petrolera, Mijail Jodorkovski, está en la cárcel desde octubre del 2003, acusado de fraude y evasión de impuestos. Uno de los principales puntos en la acusación contra Jodorkovski es la privatización de una fábrica de abonos químicos en 1994. La oposición liberal ha denunciado el acoso judicial a Yukos como una ofensiva del Kremlin para castigar las ambiciones políticas del oligarca.

La petrolera ha sido reducida a una sombra de sí misma por las autoridades tras la subasta, el pasado diciembre, de su mayor filial de producción, Yuganskneftegaz, por deudas. El Estado ruso se ha proclamado dueño de la antigua joya de Yukos. a petrolera estatal Rosneft anunció la compra de Baikalfinancegroup, la misteriosa firma que se adjudicó en la subasta pública la Yuganskneftegaz, que extraía el 60% del crudo de Yukos, por 9.352 millones de dólares.