La conciencia personal no puede poner frenos al progreso de la investigación con células madre. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró ayer así su apoyo a estos proyectos científicos "desde el rigor moral y ético" y defendió, frente a la condena realizada por el presidente de los obispos, Ricardo Blázquez, que "nada puede ser más moral que preservar la salud, curar la enfermedad, evitar el sufrimiento y el dolor".

El presidente aprovechó la inauguración en Sevilla del mayor centro de España dedicado a la investigación en terapia celular y medicina regenerativa para defender las leyes de reproducción asistida y biomedicina, que entrarán en vigor este año.

Explicó que esta investigación "puede abordarse con determinación y sin frenos artificiales impuestos por consideraciones ortodoxas que, aunque legítimas en el ámbito de la conciencia, no pueden ser impuestas colectivamente para frenar el progreso".

Blázquez advirtió de que la manipulación de las "fuentes de la vida", además de "inmoral" es "inmensamente arriesgada". "Un embrión no es un amasijo ni un cúmulo indiferenciado de células, es un sujeto, una nueva individualidad, alguien, no simplemente algo, en los inicios de su ciclo vital", sostuvo.