Salón de actos de la Real Academia Española (RAE), la del célebre lema Limpia, fija y da esplendor . Seis de la tarde de ayer. Todo está preparado para dar un merecido homenaje a la lengua española por haber sido capaz de incorporar sus caracteres más típicos, como la letra ñ, a los renuentes dominios de internet. Asisten al acto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos; el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el director de la RAE, Víctor García de la Concha. También están presentes un puñado de representantes de las otras 21 academias repartidas por el mundo, ajenos en su mayoría a la guerra larvada que enfrenta desde hace unos meses a la cúpula del grupo Prisa con el Gobierno socialista.

El director de la RAE pronuncia un ceremonioso discurso en el que glosa las dificultades técnicas que han tenido el castellano y las demás lenguas españolas para entronizar en la red, por ejemplo, la ç del Barça. Tras los aplausos, toma la palabra el académico y consejero delegado del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, para deleitar al auditorio con una interesante conferencia titulada La vida en un blog , fiel trasunto de aquella película rodada en 1956 por Luis Lucia que se llamaba La vida en un bloc . Cebrián aboga por la admisión en el diccionario de la RAE de la palabra blog sin cursiva, así como de sus derivados. Basa su reivindicación en algo tan perentorio como "llamar a las cosas por su nombre". Y apela a la jurisprudencia sentada por la academia sobre la necesidad de respetar esta norma para construir el idioma, "frente al empeño que otros muestran en destruirlo".

DARDO ENVENENADO Cebrián gira de forma leve la cabeza hacia el presidente del Gobierno y lanza su implacable verbo de académico contra la reciente campaña del PSOE con Z de Zapatero, en la que se habla de "empleo de calidaZ, prosperidaZ y competitividaZ". "A este respecto dicho sea con respeto y desde la leal amistad que le profeso, ruego explique a sus asesores que no hace falta asesinar la ortografía para ganar unas elecciones. Dejen de amedrentarnos con las zetas y no confundan lexicográficamente al personal, ya bastante absorto está ante las nuevas palabras de bárbaro origen que inundan los medios".

Zapatero encaja el venablo de Cebrián con la parsimonia que le caracteriza. Sin pestañear, al menos por fuera. El presidente debe de pensar en ese momento en las avinagradas relaciones que mantiene con Prisa por asuntos tan enrevesados como la aparición del diario Público o la guerra por los derechos televisivos del fútbol entre Sogecable y Mediapro. "Amigo Cebrián, esa campaña de la z parte de una opción: siempre preferiré jugar con las palabras que golpear con ellas", contesta. Si Zapatero hubiera andado mejor de reflejos, habría aprovechado un desliz gramatical de Cebrián. En su discurso dijo que "deben tener razón" los que sostienen que la palabra blog entró en España por Francia, cuando lo correcto era que deben de tener razón.