El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, explicó ayer que el matrimonio civil entre homosexuales --algo que el PP rechaza categóricamente-- exige un "debate sosegado" y no una actitud "folclorista" como la que, a su juicio, tienen el PSOE e IU. Representantes de ambas formaciones apoyaron el miércoles la iniciativa de tres parejas de homosexuales que presentaron una solicitud de matrimonio en los registros civiles de Madrid y Valencia el pasado miércoles.

Zaplana se mofó de la iniciativa con una frase: "Como no hay nada que hacer, mañana vamos a un registro civil". Sus palabras no sentaron nada bien en las filas del PSOE, cuya secretaria de movimientos sociales, Leyre Pajín, afirmó que la batalla legal emprendida en pro del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo demuestra que "los ciudadanos van por delante del Ejecutivo y luchan por los derechos que el Gobierno les niega".