Agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía participaron ayer en un análisis de balística en el residencial Vistahermosa a petición de la autoridad judicial para seguir avanzando en la investigación del caso que instruye el Juzgado Número 2 de Cáceres en torno a la muerte de un preso fugado en marzo de 2018. Un agente de la Policía Nacional fue acusado de acabar con la vida del reo, de 24 años y de nacionalidad colombiana.

El fallecido acababa de llegar en un furgón policial a los juzgados para prestar declaración. Se encontraba en prisión provisional después de haber sido detenido días antes por un intento de robo en varias joyerías del centro de la ciudad (tenía además otras causas judiciales pendientes, por robo, drogas y tenencia ilícita de armas).

El preso, según información ya publicada por este diario, salió del coche sin esposas porque caminaba ayudado de unas muletas, aquejado de una lesión en la pierna. Nada más poner un pie en el suelo soltó las muletas y salió huyendo en dirección a la Ribera del Marco. Estuvo horas desaparecido. Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local montaron un amplio dispositivo de búsqueda, primero en coche y más tarde a pie. Participaron una treintena de agentes. Fue encontrado en la barriada de Vistahermosa. En ese momento se escucharon varios disparos y uno de ellos impactó en el costado del reo. Fue atendido en el lugar de los hechos por los servicios médicos y trasladado con vida al hospital San Pedro de Alcántara, pero falleció a los pocos minutos a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria.

Al agente que creen que le disparó le acusan de homicidio. Desde la Policía Nacional se dijo ayer que se estudia de nuevo la trayectoria de la bala y que todos los informes se pasarán al juzgado.