Un cacereño, Javier López, ha denunciado ante la Dirección General de Consumo la explosión de la batería de su teléfono móvil, un Samsung modelo Galaxy Grand Neo. Según relata en su escrito a la administración, registrado el pasado día 29 de enero, los hechos ocurrieron a la una de la madrugada de un día, sin precisar, de finales del mes de enero. El móvil estaba en una mesa del salón de la vivienda de este cacereño cuando, de repente, explotó. Como cuenta su esposa, Julia González, él estaba durmiendo y ella, viendo la televisión, cuando «una gran explosión, como uno de esos petardos grandes», explica, le dio un gran sobresalto. El móvil, según su relato, saltó por los aires. La detonación hizo que el dispositivo se abriera en dos, cayendo la batería en el parqué del salón, quemándolo. En ese momento, cuenta Julia, «empezó a salir humo blanco de la batería llenado todo el salón, no se veía ni la televisión, luego me he enterado que es por el litio».

En la reclamación, Javier López cuenta que intentó coger la batería del suelo, lo que le provocó «dolorosas quemaduras en los dedos pulgar e índice de la mano izquierda». Para apagar el pequeño fuego que provocó el estallido de la batería, Julia tiró un vaso de agua al parqué, «lo primero que se me ocurrió», por lo que no tuvo mayores consecuencias.

Los afectados han dado parte a la compañía fabricante del teléfono, «al principio nos atendieron amablemente, pero luego no quisieron asumir los costes porque decían que habíamos manipulado el teléfono», relata Julia, que explica que Javier, su marido, estaba preocupado porque la explosión hubiera afectado a los datos que guardaba en el teléfono, porque es el del trabajo, por lo que fue al día siguiente a comprar una nueva. «Eso es lo que dicen que hemos manipulado», se queja Julia González.

Como la compañía no les ha respondido como esperaban, han acudido a la Dirección General de Consumo en busca de apoyo. A Samsung le reclaman la reposición tanto de la batería como del teléfono, la reparación del parqué del salón de su casa y, a su vez, que «comprueben las baterías de teléfonos modelo Samsung Grand Neo por si hubiera defecto en serie», así como la compensación por daños físicos y morales causados a su mujer. El motivo para esta reclamación es, según consta en la denuncia de Javier López, «lo ocurrido le ha provocado ataques de ansiedad».

Este periódico se ha puesto en contacto con la compañía surcoreana, sin que aún haya dado ninguna versión de los hechos. Samsung ya tuvo que retirar en 2016 todos los teléfonos Galaxi Note 7, su modelo estrella del momento, por este motivo.