El acusado circulaba de noche por la avenida Hernán Cortés, cuando perdió el control del vehículo y terminó chocando con el coche que le precedía en la marcha, que pretendía en ese momento girar hacia una de las calles laterales. Como consecuencia del alcance los dos vehículos sufrieron desperfectos y uno de los ocupantes del coche contra el que impactó resultó herido. Al acudir la Policía Local al lugar de los hechos se percató de que el conductor presentaba síntomas de embriaguez, a juzgar por su aspecto «somnoliento, rostro pálido, ojos velados, pupilas dilatadas, habla pastosa y olor a alcohol». Se le invitó entonces a someterse a una prueba de alcoholemia. El resultado de la primera triplicaba la tasa permitida: dio 0,72 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera y 0,64 en la segunda. Ha sido condenado a pagar una multa de 1.620 euros y se le retirará el carnet un año y un mes.