Ni comercios, ni bares, ni colegios, ni oficinas..., ni tampoco delincuentes. La entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaraba el Estado de Alarma frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, dejó desiertas las calles cacereñas incluso de ladrones. ¿Quién iba a robar con todos los inquilinos dentro de sus casas, con numerosos coches al resguardo de los garajes, sin mercadillos ni tiendas donde hurtar al descuido, y con más policías que ciudadanos vigilando las calles? Así lo refleja el Balance de Criminalidad correspondiente al primer semestre de 2020, publicado por el Ministerio del Interior. La capital cacereña ha registrado un brusco descenso del 24% de las infracciones penales entre enero y junio respecto a 2019, y la provincia otro 13%.

Las cifras son cuanto menos curiosas. Y es que la pandemia tenía que deparar algún aspecto positivo. En la ciudad de Cáceres han dejado de cometerse uno de cada cuatro delitos durante los seis primeros meses del año, si se compara con ese mismo periodo de 2019. En total, los cuerpos policiales han registrado 1.033 hechos penales, claramente por debajo de los 1.359 de 2019; los 1.259 de 2018; y los 1.136 de 2017. También se ha producido una evidente reducción en la provincia, pero en este caso menor, con un 13% de descenso. Si se suman los datos de los 223 municipios cacereños, las infracciones penales suman 3.577 de enero a junio, a bastante distancia de las 4.108 del mismo semestre en 2019.

El análisis pormenorizado de los datos de la capital cacereña permite observar que el mayor descenso se ha producido en los delitos graves y menos graves relacionados con lesiones y riñas tumultuarias. Durante el primer semestre del pasado año se produjeron 19, pero en 2020 sólo se han contabilizado 5, lo que se traduce en una disminución del 74%. Sin actividad en la calle, sin ocio y sin masificaciones, evidentemente este tipo de reyertas caen por su propio peso.

También destaca la fuerte bajada en los hurtos, es decir, sustracciones de bienes ajenos sin emplear la violencia, la fuerza o la intimidación. Con apenas gente en la vía pública, con las viviendas protegidas por sus inquilinos, y con los vehículos cerrados a cal y canto, ha sido difícil encontrar la ocasión durante el confinamiento para ‘meter la mano’. Por ello, los hurtos se han reducido en Cáceres hasta los 181 en el primer semestre, lo que supone una caída del 50% respecto a los 355 contabilizados en esta ciudad de enero a junio del pasado año.

CASAS HABITADAS... Y SEGURAS

La tercera mayor disminución se dio en los robos con fuerza en el patrimonio de las personas, concretamente en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. Son delitos más graves que el hurto, puesto que emplean la violencia para hacerse con las propiedades ajenas. En este caso se han reducido un 33% (uno de cada tres), pasando de 53 en 2019, a 35 en 2020. De todos ellos, destacan por su frecuencia los robos en viviendas, que también caen de 27 a 18 en la capital cacereña (33%) durante el primer semestre.

Respecto a los robos cometidos sobre las personas con violencia e intimidación, de igual modo han bajado de 12 a 11, aunque en este caso el descenso ha sido menor (8,3%). Para cerrar el apartado de las sustracciones, cabe destacar que los robos de vehículos (no en el interior del habitáculo, sino del propio turismo) se han incrementado levemente pasando de 6 a 7 en la ciudad, una diferencia poco significativa. Sí ha habido más estacionamientos prolongados en las calles, lejos de la vigilancia del dueño.

‘TELE-COCA’

Las infracciones penales por tráfico de drogas también han caído un considerable 33,3% en la capital cacereña, pasando de 15 a 10 entre enero y junio. Es cierto que durante la cuarentena se detectó un crecimiento de la ‘tele coca’ en el país, es decir, los repartos se hicieron a domicilio tratando de burlar los controles, ante la imposibilidad de utilizar los lugares habituales de suministro.

En cambio, las agresiones que se producen en la intimidad desgraciadamente sí han tenido un importante aumento de enero a junio. Son ataques que además pueden haber contado con la cobertura del confinamiento. Hablamos de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual. Sólo en la ciudad de Cáceres se han producido 12 en el primer semestre, lo que supone un drástico alza del 200% respecto a las 4 denuncias del pasado año. Es cierto que ninguno de los hechos investigados ha llegado al grado de agresión sexual con penetración, pero es un aumento muy preocupante.

No obstante, el Ministerio del Interior sí arroja un rayo de luz en este sentido. Considera que el mayor número de agresiones sexuales detectadas en todo el país «tiene relación con las políticas activas de concienciación social, que han provocado una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad», subraya el propio ministerio en el Balance de Criminalidad.

POR LA RED

A todos estos datos habría que añadir la ciberdelincuencia, que cobra cada vez mayor presencia. De hecho, uno de cada diez delitos ya se comete por internet. El Ministerio de Interior no ofrece datos semestrales por provincias, pero los cuerpos policiales vienen alertando de que las estafas, amenazas, coacciones y fraudes a través de la red se han multiplicado desde marzo por el mayor uso del ordenador. En Cáceres, con o sin pandemia, se han cuatriplicado en los últimos cinco años hasta alcanzar los 1.058 casos en 2019.

Las estadísticas de la provincia cacereña también reflejan esa cuarentena de la delincuencia, pero en menor medida. De las 3.577 denuncias tramitadas entre enero y junio del 2020, el principal grupo lo forman los hurtos, con 536, que se han reducido casi un 40% en el primer semestre. También han caído los denominados robos con violencia e intimidación (-30%), los delitos relacionados con lesiones y riñas tumultuarias (-(38%) y los delitos de tráfico de droga (-12%).

Sin embargo, en la provincia suben los robos con fuerza en los domicilios, establecimientos y otras instalaciones (+12%), incremento que se da especialmente en el robo dentro de viviendas (+37%), quizás porque están más dispersas y hubo un mayor porcentaje de segundas residencias deshabitadas de marzo a junio. Las sustracciones de vehículos experimentan otro alza del 20%.

La provincia también ha vivido en el primer semestre un aumento de casos contra la libertad e indemnidad sexual (suben un 3,4%), si bien las agresiones sexuales con penetración se reducen de 2 casos a 1.

Esta relajación generalizada de criminales y delincuentes durante el primer semestre se ha registrado de igual modo en el total del país, donde el decremento de los delitos ha sido del 24%, mismo porcentaje de la capital cacereña, según los datos aportados por los diferentes cuerpos policiales.

La estadística nacional suma 803.609 infracciones penales, claramente por debajo de las 1.069.105 del pasado año. El descenso se ha producido en la gran mayoría de los tipos penales, como las tentativas de homicidios dolosos y asesinatos (-5,6%); los delitos por lesiones y riña tumultuaria (-8,9%); el conjunto de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (-6,0%); los robos con violencia o intimidación (-5,2%); los robos cometidos con fuerza (-13,9%); los robos en el interior de los domicilios (-16,5%); los hurtos (-17,9%); y las sustracciones de vehículos (-15,6%).