La Guardia Civil ha detenido a dos hombres acusados de un delito de maltrato animal y otro de tenencia ilícita de armas por su implicación en la muerte de un animal vacuno con un arma de fuego y ha investigado a un tercero por desatender a varios caballos de su propiedad.

Según ha informado la Guardia Civil, agentes del Seprona de Coria (Cáceres) tuvieron conocimiento de que en una finca ganadera ubicada en el término municipal de Casillas de Coria (Cáceres) había muerto una vaca tras recibir un disparo.

Los agentes averiguaron que una persona, subida en la pala de un tractor agrícola, efectuó un disparo con un arma larga de fuego a una vaca, la cual se desplomó de forma fulminante tras el disparo.

Además, se comprobó cómo el autor de los disparos carecía de la licencia de armas que le habilitase para la tenencia y uso de la escopeta con la que realizó el disparo.

Al parecer, los motivos por lo que realizaron esta acción fueron debidos a la presencia en el animal de alguna lesión o anomalía, lo que habría mermado considerablemente su valor.

Tanto el conductor del tractor como el autor del disparo han sido detenidos por un supuesto delito de maltrato animal, imputándole, además, al que realizó el disparo un delito de tenencia ilícita de arma.

Por otra parte, el 27 de enero, agentes del Seprona tuvieron conocimiento de las pésimas condiciones en las que se encontraban varios ejemplares equinos en una finca situada en el término municipal de Santa Ana (Cáceres).

Tras una inspección, comprobaron el "deplorable" estado de manutención y "dejadez" de tres animales y verificaron la precariedad de las instalaciones donde se hallaban recluidos, que no reunían la condiciones higiénico-sanitarias exigibles.

Además, observaron que un potro se encontraba en estado crítico, con síntomas evidentes de anemia y debilidad.

Ante esta situación, la Guardia Civil se puso en contacto con la asociación El Burrito, que se hizo cargo de los animales, que fueron trasladados al Centro Hípico de Portaje (Cáceres), donde fueron atendidos por un facultativo veterinario.

Con respecto al potro que peor estado físico presentaba, fue trasladado al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Extremadura en Cáceres, donde finalmente falleció debido a una inanición severa.

La Guardia Civil procedió a investigar al titular de la explotación por un supuesto delito de maltrato animal, con el agravante de que ya había sido advertido en varias ocasiones por agentes del Seprona acerca del estado de los sus animales e hizo caso omiso a las mismas.