Todo parece indicar que en las próximas horas, el autor confeso de la desaparición de Manuela Chavero pase a disposición judicial. Mientras llega ese momento la Guardia Civil agota los últimos minutos para continuar desarrollando una minuciosa y larga investigación, que sumó 1.539 días de búsqueda, y que el pasado jueves, con la detención de Eugenio D. H., --de 28 años y vecino de la desaparecida--, parece haber tomado rumbo definitivo para el esclarecimiento de este suceso, que mantiene consternada a la población de este municipio pacense.

Durante toda la jornada del domingo permaneció en Monesterio el amplio dispositivo policial, encargado del esclarecimiento del caso. Sobre las cinco y media de la tarde, el arrestado era conducido desde su vivienda, hasta un vehículo de la Guardia Civil, tras una larguísima jornada, que se inició pasadas las 00:30 horas de la madrugada. La reconstrucción de lo que pudo ocurrir la madrugada del día 5 de julio, de 2.016, --fecha desde la que nunca más se supo de la desaparecida--, ha tenido como escenario la calle Cerezo, enclave de este fatídico suceso, donde, a menos de cincuenta pasos de distancia se hallan las viviendas de Manuela y Eugenio.

Dispositivo desplegado en la calle Cerezo. / R. M.

Reconstrucción

ReconstrucciónCasi tres horas antes de que llegase la comitiva policial encargada de dirigir la reconstrucción de lo que ocurriera aquella madrugada, decenas de vecinas y vecinos de la localidad se congregaron tras el cordón policial que delimitaba el tramo de calle en el que se ubican ambas viviendas. Pasadas las doce y media de la noche de este domingo, aparecía la caravana de vehículos policiales, en uno de los cuales viajaba el detenido, quien, custodiado por miembros de la UCO, fue llevado directamente a su domicilio.

La puerta de la vivienda situada en el número 29 de la calle Cerezo volvió a abrirse en contadas ocasiones. Para sacar un perro, --posiblemente propiedad del detenido--, o para inspeccionar la entrada al garaje de la casa, donde se encontraba un vehículo, cuatro por cuatro, propiedad del arrestado, que posteriormente sería retirado por una grúa. Los investigadores y el detenido estuvieron allí durante más de seis horas, hasta casi las siete de la mañana de hoy.

Vivienda del detenido, donde se ha realizado la reconstrucción de los hechos. / R. M.

Segunda visita

Segunda visitaEn el intento de continuar las labores de reconstrucción sobre las últimas horas de vida de Manuela Chavero, los efectivos del Instituto Armado encargados de la investigación, regresaron al lugar de los hechos, con el detenido, sobre las once de la mañana. Esta vez, el grupo de Criminalística de Guardia Civil cubrió la entrada de la vivienda con un biombo desmontable para evitar la mirada de curiosos durante su trabajo. El detenido, custodiado por la Guardia Civil, volvió a salir de su domicilio sobre las cinco y media de la tarde. Detrás de los cordones policiales todavía se encontraba un reducido número de personas, que increparon al autor confeso de la desaparición de Manuela, entre el corto recorrido del porche de su vivienda y el vehículo policial.

El sentimiento contradictorio y las emociones encontradas sobre la ya, casi inminente resolución del caso de la desaparición de Manuela Chavero, siguen planeando sobre los habitantes de esta localidad, aún conmocionados por lo repentino, (después de más de cuatro años de investigación), que está resultando el desenlace de este fatídico suceso.

Desde el ayuntamiento, se ha informado que se encuentran a la espera de conocer definitivamente el resultado de la analítica de los restos óseos hallados el viernes en la finca La Dehesa de Monesterio, por parte de Instituto de Medicina Legal de Badajoz, para determinar “alguna acción institucional de duelo o luto en la localidad”.

El caso lo lleva el Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra, que decretó el secreto de las actuaciones.