La Guardia Civil de Badajoz, con el apoyo de un perro adiestrado en la búsqueda y detección de sustancias estupefacientes, detuvo la tarde del pasado martes, día 18 de agosto, a un hombre, vecino de la localidad malagueña de Campillos, acusado de un delito contra la salud pública, por transportar en un camión 300 kilos de hachís.

El hecho en cuestión tuvo lugar en el transcurso de un control de carretera, en el que interceptó un camión en la autovía A-66, a la altura de la localidad pacense de Torremejía, en el que los agentes que participaban en el mismo, encontraron en el interior de la caja de carga del vehículo un total de 300 kilos de hachís, que iban ocultos entre la mercancía que transportaba el conductor.

Así mismo, fueron agentes de Tráfico, del Seprona y del Servicio Cinológico de la Guardia Civil quienes tras indicar al camión que parase, inspeccionaron la carga que transportaba, 14.000 kilos de boniatos.

Gracias a la actuación del perro, que «marcó» oculto entre las hortalizas algún tipo de sustancia estupefacientes, localizaron diez fardos que contenían 300 kilos de hachís, cantidad que es susceptibles de convertirse en 1,2 millones de dosis en el mercado ilícito, por lo que detuvieron al conductor, según fuentes de la Comandancia de Badajoz.

Además, pudieron averiguar que la droga procedía del sur y que su destino era Francia, donde sería distribuida para su venta.

El destino de los boniatos, será para aprovechamiento ganadero en municipios de la zona fue interceptado el camión, una vez que lo permita la autoridad judicial.

El detenido y las diligencias fueron puestos a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción de Almendralejo, que decretó el ingreso en prisión del detenido, según la Comandancia de Badajoz.