A Mercedes Mateos siempre le ha gustado la naturaleza y muchos fines de semana solía pasarlos en parajes de la ciudad. A partir del pasado verano comenzó a aprovechar esas salidas para darse una vuelta por los alrededores y retirar la basura que encontraba a su paso. Un día, comprando en un comercio del que es clienta habitual, se lo comentó a su dueña y descubrió que ella hacía lo mismo cuando iba al campo con su familia. Así fue como nació Limpia CC, un grupo que fines de semana alternos se dedica, de forma voluntaria, a realizar batidas por las zonas verdes para dejarlas limpias de basura. Empezaron siendo solo ellas dos y ahora pertenecen 25 personas.

En cada salida suelen recoger una media de 40 bolsas. Se han encontrado de todo. «Ahora sobre todo miles de mascarillas, están tiradas por cualquier parte», apunta Mercedes Mateos. Pero también restos de botellones, jeringuillas, extintores, neumáticos,… «Lo más desagradable que nos hemos encontrado ha sido un saco de materiales de construcción lleno de conejos muertos. No sabemos si alguien los dejó ahí tirados o los animales se quedaron atrapados y murieron asfixiados», recuerda.

Limpian las zonas pero al tiempo vuelven a estar de nuevo plagadas de restos. «En el Cerro de la Buitrera, por ejemplo, la segunda vez que fuimos volvimos a sacar miles de bolsas», señala. Las batidas oficiales (ya como grupo, antes salían solo algunos de forma individual) comenzaron el pasado mes de octubre y han estado en el parque del Rodeo, en el Paseo Alto, en la Casa del Conejero, en La Montaña, por el cementerio, en Aguas Vivas, en Maltravieso, en el Cerro de la Buitrera y en Casa Plata.

La Montaña, la más sucia

De todas, la zona que más suciedad acumulaba (y acumula porque, por mucho que ellos limpien sigue estando llena de basura) ha sido la de La Montaña. «Lo que más nos encontramos son restos de botellones y cristales rotos, La Montaña está plagada», asiente. El objetivo no es más que dejar limpios estos entornos naturales: «La gente no se da cuenta del problema que se genera por el abandono de la basura», incide.

Su última iniciativa ha sido la colocación de ceniceros caseros en las calles. Están elaborados con garrafas de agua y tienen por objetivo dejar la vía pública libre de colillas. Las elaboran ellos mismos y también ellos se encargan de recoger las colillas que la gente deposita. Es una idea que Mercedes ha copiado de Argentina y de momento está teniendo éxito. Las han instalado en Casa Plata pero irán poniéndolas poco a poco en otros barrios.

Tras sus batidas suben a las redes sociales fotografías con las decenas de bolsas que recogen, con el objetivo de concienciar a los cacereños de la importancia de mantener limpias las zonas verdes. Ha sido tal la repercusión que una empresa de Valencia les patrocina y les proporciona bolsas de basura elaboradas con material reciclado. «Desde siempre he tenido mucha conciencia pero desde que ha pasado lo del covid me he dado cuenta de que la naturaleza algún día nos va a decir que ya no puede más. Hay que cambiar los hábitos», afirma.

Por eso, anima a todo el que quiera a unirse a ellos. «Todo pequeño gesto suma. Sería bueno que se unan al movimiento, les va a aportar mucho porque no solo es ir a limpiar, sino que pasas un día entre naturaleza, haces ejercicio y socializas con la gente, siempre respetando las restricciones», añade. Después, «llegas a casa feliz, yo me siento plena porque has hecho una buena acción», reconoce.