La Policía Nacional trabaja para aclarar las circunstancias del tiroteo del pasado domingo en Colorines, que se saldó con un herido y un detenido -el único por el momento-, y al que acudieron la Guardia Civil y policía local en un primer momento para contener la situación. A raíz de este suceso, el sindicato UFP denunció ayer que «la ciudad se queda sin efectivos suficientes para acometer con garantías situaciones de gravedad». Señaló que había «tres patrullas y media desplegadas y se había detraído un indicativo al completo para un servicio de la prisión», con lo que cuando se produjo el tiroteo había «dos patrullas, 4 agentes, por lo que hubo que pedir apoyo a la Guardia Civil y a policía local». La UFP consideró «aberrante» que «no se tomen las medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y de sus policías, que continuamente se ve comprometida». Además, criticó la gestión de la Brigada Provincial y exigió más medios.