Mérida es teatro. La emblemática estatua de la diosa Ceres asiste cada verano, desde su lugar privilegiado en el centro de la escena, a las representaciones teatrales que año tras año siguen engrandeciendo la magia de los textos clásicos. Tras más de 20 siglos, las bimilenarias piedras del teatro romano se mantienen fieles a su cita con el teatro, fuente de vida para la ciudad y punto de encuentro para los amantes del arte.

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida alcanza este año su 62 edición con una trayectoria intachable que no solo promueve la cultura regional, sino que se convierte en un motor fundamental para la economía de la ciudad y una fuente generadora de empleos directos e indirectos. Se cuentan por miles los turistas que durante los meses de julio y agosto acuden a la capital extremeña procedentes de cualquier rincón de España y de fuera de nuestras fronteras con un desembolso económico que beneficia principalmente al sector servicio, restaurantes, hoteles y al conjunto monumental. La repercusión del certamen teatral para Mérida es más que evidente, y de ahí su relevancia para todos los sectores económicos.

Así lo defiende el alcalde emeritense, Antonio Rodríguez Osuna, para quien el festival de teatro se configura como "el máximo exponente del turismo en la ciudad, porque son dos meses en los que la ocupación hotelera ronda entre el 70% y el 100%, y además nos sitúa como capital de la escena en el teatro de España". En este sentido, el primer edil subraya que Mérida se convierte en "referente nacional del teatro" y, por lo tanto, "el festival es el evento más importante de la ciudad". Con respecto al impacto económico que genera, señala que hacer un cálculo real "sería bastante difícil", ya que habría que sumar diferentes variables en función de los sectores económicos que se benefician por la celebración del evento.

"Es evidente que sin el festival internacional de teatro clásico, en estos dos meses Mérida sería una ciudad cualquiera del suroeste español con unas altas temperaturas y no tendría la vida que tiene", destaca el regidor municipal. A su juicio, es un cometido fundamental "ayudar en todo lo que se pueda para que el festival tenga todo el apoyo y los recursos de este ayuntamiento".

El sector hotelero

El presidente de la Asociación de Hoteleros de Mérida, José Luis Hernández, sostiene que el festival influye "muy positivamente" en los hoteles emeritenses, ya que durante los meses de julio y agosto "aumentan las pernoctaciones y la ocupación". En esta línea, el representante de los hoteleros apunta que el certamen es "un evento internacional de primera magnitud". En cuanto ala previsión de ocupación para este año, asegura que "pinta muy bien" al igual que el pasado año, que "fue extraordinario".

En el ámbito comercial, el presidente de la asociación de comerciantes de la zona centro, Carlos Cascón, considera que el festival "tiene mucha incidencia en verano y durante el resto del año", pues ha conseguido "proyectar Mérida también al resto de España". Destaca que durante los meses estivales "se nota mucho la llegada de turistas porque Mérida es una ciudad muy pequeñita". Asimismo, apunta que como los visitantes están "más relajados" se muestran más receptivos a la hora de realizar compras en las principales calles comerciales. "El festival de teatro sí que está incidiendo en un aumento de las ventas", afirma Cascón, quien matiza que en los últimos años se está notando un incremento importante del turismo que ya trasciende del periodo puramente veraniego.

La 62 edición del festival de teatro no ha hecho más que empezar y aún resta por disfrutar de una amplia programación cargada de estrenos absolutos a cargo de grandes profesionales de las tablas que, desde la arena del teatro romano, elevarán el nombre de la ciudad y su inagotable legado clásico.

Cifras de récord

Como en estas fechas es imposible conocer cuál será el balance de la presente edición del festival, cabe recordar algunas cifras del pasado año que dan buena cuenta del elevado impacto que tiene el certamen. Hasta 93.946 espectadores acudieron en 2015 a una representación en el teatro romano, un 13,7% más que en 2014, cantidad que si se le suman las actividades paralelas (exposiciones, talleres y acciones culturales) suma 158.302 asistentes, un 28,3% más que en 2014. También cerró con un superávit económico superior a los 520.000 euros y generó 7.560 noticias en papel, internet, radio y televisión, con un impacto mediático de 37 millones de euros.