--¿Qué supone para usted esta experiencia?

--La verdad es que es un momento muy hermoso, muy bonito para aprender. Es mi primera oportunidad de representar como actriz un papel principal y es algo muy importante, lo estoy dando todo.

--¿Qué tienen en común el flamenco y el teatro clásico?

--La profundidad, la sinceridad. El teatro siempre ha tenido fama de ser... pues eso, una farsa, un dibujo de la realidad. Y al flamenco le pasa igual. En cambio, el que es conocedor de estas dos artes las entiende de una manera directa, porque sabe que la vida está cargada de música, de flamenco y de teatralidad. Lo que pasa es que muchas veces no sabemos detectarlo.

--¿No chocará un espectáculo flamenco en un festival de teatro como el de Mérida?

--No sé qué pensar, sinceramente. No sé cómo se lo tomará el que se siente ahí para ver un espectáculo flamenco y se encuentre esto, o el espere una obra de teatro y se encuentre a flamencos en el escenario. Lo único que puedo decir es que estamos dirigidos por el mejor director de este país, José Carlos Plaza, y que si no éramos actores, nos ha hecho.

--Entonces, ¿cómo definiría el espectáculo?

--Como algo único, algo especial. Este espectáculos es de esas obras que presencias y de pronto al salir eres otra persona.

--¿Qué va a aportar de nuevo esta representación de la comedia de Aristófanes que no se haya visto ya en Mérida?

--Es que nunca se ha visto antes una Lisístrata en una obra de José Carlos Plaza hecha desde el flamenco. Para mí el flamenco es mi salvoconducto, mi vía de comunicación, mi mejor manera de expresarme, y es lo que le va a dar la diferencia.

--¿Cómo es esa Lisístrata de alma flamenca que representa?

--Pues es una Lisístrata valiente, con la necesidad de defender y proteger los derechos humanos siempre, pero sobre todo de la mujer. Sin caer en una posición feminista, la cual respeto muchísimo. La roza pero no la llega a cruzar porque tiene en cuenta que el hombre no tiene la culpa de todo. Ella se equivoca, no empieza acertando, pero se hace con la victoria a través de la lucha. Hay una rebeldía que tanto a ella como a mí nos sobran en la vida porque no te llevan a nada, pero después de hablar de perrerías y haber dicho barbaridades, puede alzar las manos y hablar de algo importantísimo: la victoria de la paz, que está por encima de todo.