---¿Cómo espera que sea la acogida?

--No lo sé, espero que sea buena, como siempre.

¿Cómo definiría su obra?

--Mi obra es la reflexión de un actor cómico sobre la tragedia griega, hecha con un músico e interpretada en el Teatro Romano de Mérida.

--¿Podríamos decir que el objetivo principal que busca con esta representación es lograr la risa del espectador?

--La risa es un vehículo para llegar a más. Cuando tu vas con un chico si el chico te hace reir te gusta más, y el chico sabe que si te hace reír puede ligar contigo, pero el fin último no es la risa, es lo que viene después (risas).

--¿Usted ha dicho, que ha ‘inventado otro Esquilo’, ¿a qué se refiere con esto?

--Me refiero a que yo me he inventado a Esquilo, el Esquilo del que yo hablaré es una ficción, es un espíritu, es una metáfora. Esquilo es el espíritu de la tragedia antigua, ese es el tema para mí.

--¿Qué es lo que más le agrada de actuar en el festival?

--La fuerza que tiene el lugar, el encanto, las piedras, las noches de verano, la actitud del público, la cantidad de gente que va...todo eso hace de Mérida un sitio único.

--¿Porqué cree que la gente debería ir a ver su obra?

--Eso no sé, yo no creo que tengan que venir o qué, me gustaría que vinieran pero no creo que tengan que venir por nada especial. Tal vez porque puedan divertirse, pueden sentirse bien... puede ser interesante pero no hay ninguna obligación, no creo que sea una cosa que si alguien se lo pierde le pase nada. Me gustaría que vinieran con la libertad de disfrutar y de compartir el sentimiento del lado artístico.

<b>--¿Qué curiosidad destacaría de este montaje que estrena mañana en Mérida?

</b>--Es una obra que está hecha con el placer de actuar sin presión por el resultado, en cierta medida siempre hay una presión por el resultado y tal, pero como yo ya tengo una trayectoria y el músico que viene conmigo también, es una obra hecha para disfrutar nosotros y a través de nuestro disfrute esperemos que el público lo pase igual de bien.