¿Cómo intentar terminar con la violencia y el acoso callejero? Tres jóvenes de Plasencia buscan la respuesta y luchan contra ello a través de una aplicación para móviles: SafeMap. La app se basa en la geolocalización para que una posible víctima y diferentes usuarios se mantengan conectados y así prestarle ayuda en una situación de peligro.

La idea la tienen y ahora les falta financiación. Federico López, uno de los precursores de la futura startup, es estudiante de Ingeniería Electrónica, Industrial y Automática en la UNED y junto a sus dos mejores amigos, Mario García Ibáñez, de 16 años y estudiante de 4º la ESO en el IES Virgen del Puerto de Plasencia, y Eugenio Hernández, estudiante de ADE-Derecho en Icade (Madrid) de 20 años, intentan lanzar al mercado internauta una app para smartphones para eliminar la violencia y acoso callejero, que mayormente sufren las mujeres, aunque pueda utilizarla todo el mundo, ha apuntado López.

Todo comenzó hace menos de un mes, cuando a López le surgió la idea y se la transmitió a sus amigos, la quisieron llevar a cabo cuanto antes por eso de que en cualquier momento podían tener competencia, ha relatado. Desde el minuto uno, se pusieron a programarla y hasta ahora no han cesado. Los tres están trabajando en el desarrollo de una interfaz sencilla, según el promotor. Lo que necesitan para dar el pistoletazo es financiación. Para ello han publicado la idea en una plataforma de financiamiento de proyectos creativos, donde todo aquel que quiera puede aportar una cantidad, de 1 euro mínimo, para contribuir con el desarrollo de la app. El total para que el proyecto se realice es de 20.000 euros, contando con el marketing que necesita una startup para dar el salto. Si no se llega a dicha cantidad en un tiempo estipulado, en este caso hasta enero de 2020, el dinero se devuelve de manera automática a los usuarios que hayan donado.

“Vas por la calle y tienes cualquier problema, puedes contactar con las personas de tu alrededor para pedirles ayuda”, ha añadido López. Y es que, el funcionamiento de la aplicación es sencillo y cuenta con cuatro niveles, de situaciones leves a peligrosas, dependiendo del tiempo que se mantenga pulsado el botón que aparece al abrir la app.

El primer nivel, verde-persecución, está diseñado para situaciones en las que la víctima pueda sentirse perseguida de manera constante. Solo hay que pulsar el botón durante tres segundos y se activa la alerta. Aquellos que estén alrededor, en un radio de 400 metros, podrán acudir a la llamada.

El azul-intimidación se activa cuando se mantiene pulsado 5 segundos el icono y se da cuando la víctima percibe que la figura del agresor ha tomado un primer contacto con ella, entonces las personas que estén en un radio de 600 metros podrían evitar que vaya más allá.

El tercero, naranja-agresión verbal, se puede activar pulsando prolongadamente durante 8 segundos cuando se de la situación de que un extraño insulte a una víctima. Esta vez el radio es de 800 metros.

El más grave y último nivel es el rojo-agresión física que se activa cuando la víctima hace clic durante 10 segundos seguidos. De maneta automática se activa la alerta y los usuarios que se encuentren hasta 1 kilómetro de distancia pueden acudir a la ayuda. Al mismo tiempo, envía una señal a la policía con la ubicación en tiempo real de la víctima.

Para registrarse en la app es necesario introducir un correo electrónico y un número de teléfono para asegurar de que se trata de una persona real. Seguidamente, hay que incluir en el perfil una fotografía del nuevo usuario y después realizar una instantánea de la cara en el momento exacto del registro, para realizar una verificación facial, y así también evitar estafas.

Los jóvenes ya tienen preparadas nuevas mejoras y continuarán incluyendo ideas para que el funcionamiento de la app sea más eficaz.