Cuando hablas con ellos, te sientes no solo viejo, sino el más tonto de la clase. Los ingenieros de telecomunicaciones, también llamados telecos , una de las profesiones más valoradas, son capaces de convertir una retransmisión deportiva en el mayor espectáculo del mundo. Con decir que son capaces de hacer hablar al mismísimo Dani Pedrosa durante la disputa de un gran premio de MotoGP, está todo dicho.

Ellos no quieren reconocerlo pero en el paddock hay quien afirma que, en los últimos meses, durante las pruebas realizadas cara a la inauguración hoy, en el GP de Gran Bretaña (10.10 horas, TVE-1), de la nueva era digital en el Mundial de motociclismo, le han puesto un micrófono en el interior del casco a un piloto y han hablado con él.

ADIOS AL HELICOPTERO

Gracias a la colaboración de la compañía británica Gigawave, con 17 años de experiencia en sistemas de transmisión digital de radiodifusión, los técnicos de Dorna TV, la empresa española que organiza el campeonato de las dos ruedas, han conseguido crear un sistema digital de tal envergadura y seguridad que, a partir de hoy, suprimirá el helicóptero que se mantenía colgado sobre el circuito durante todo el domingo y que servía de repetidor a las numerosas cámaras on board --aquellas que se instalan en las motos-- para ofrecer las mejores imágenes.

El cambio que se producirá hoy, de un Mundial analógico a otro digital, significará muchas cosas, todas buenas para los telespectadores. El helicóptero, que no siempre podía ofrecer buena ni completa cobertura, pues dependía de las condiciones climatológicas, ha sido sustituido, simplemente, por una inmensa antena de 60 metros, colocada en mitad del circuito.

Los realizadores de Dorna TV ya no sufrirán la incertidumbre que les provocaba tener una cámara dentro de un box, bajo un puente o atravesando un túnel como el del trazado de Motegi (Japón). La digitalización rompe todas las barreras: todas las cámaras serán pinchables en cualquier momento y circunstancia, todas. De las tres ópticas por moto (una mirando hacia delante, otra hacia atrás y otra mostrando un detalle del piloto mientras pilota) se pasará a cuatro. En poco menos de un año, la carrera de MotoGP tendrá, sobre la pista, 80 ojos que, unidos a las 24 cámaras de pista, cuatro más en los talleres y otra en el único helicóptero que quedará en el aire, sumarán 109 pupilas, que levantarán a los motards de sus butacas. Lo de oír respirar y hablar al piloto es posible. Ya lo han probado. Funciona. Otra cosa es que quieran. Especialmente, Dani Pedrosa, que no habla ni en público.