ANTENA 3 TV / 23.15 HORAS

Tras la experiencia, el pasado día 11, de Gustavo García, un hombre de negocios que durante una semana vivió junto a los más desfavorecidos, el docureality de A-3 TV El secreto --de ON TV Producciones-- pone hoy a prueba la generosidad de otro empresario. Se trata de José Ramón García, un gallego de 38 años que preside Blusens Global Corporation, fabricante de electrónica de consumo. Aparcar durante siete días la vorágine de su firma --con filiales en medio mundo-- y viajar a los bajos fondos ha supuesto para él "una buena lección de vida".

"Le dimos bastantes vueltas --confiesa--. Nosotros siempre criticamos que cuando se da, eso no se debe enseñar, porque le quita todo el valor. Pero al final le encontramos el verdadero sentido al programa, cuyo reto es sensibilizar a la gente y a otros empresarios".

45 EUROS EN EL BOLSILLO Así, García abandonó Galicia y los aeropuertos en los que se pasa media vida para desplazarse a Tenerife y compartir una semana con los más desfavorecidos, con solo 45 euros en el bolsillo y una pensión como cobijo. "Ese hecho a mí me pasó desapercibido --cuenta--. Muchas personas de las que hemos visto viven con menos y en casas con mucha más humedad y frío que la habitación en la que yo estaba".

El empresario entra en contacto con una pequeña oenegé, La Despensa Solidaria, dirigida por José Luis, un hombre que, a pesar de su grave enfermedad, utiliza su piso como almacén alimentario para abastecer a miles de personas. También conoce a Brian, un simpático niño discapacitado al que su madre desempleada, Adela, cuida con escasez de recursos; y a Mingo, un padre de tres hijas que vive en condiciones rudimentarias.

"No me importó el hecho de comer bocadillos durante esa semana --dice--. El verdadero problema lo tiene la persona que lo tiene que hacer todos los días. Por eso yo me quito todo el mérito". García, que desvela su identidad al final del espacio, asegura que el empresario no es el objetivo de El secreto, sino que el programa lo usa como "una ventana" para mostrar el esfuerzo de las organizaciones. Su bajada a los infiernos se saldará con una generosa donación.