Con solo 20 años y sin haber estudiado interpretación, Hunter Schafer se ha convertido en una de las actrices televisivas del momento. Esta esbelta modelo de rubia melena ha hecho su debut en la pequeña pantalla con el papel de Jules, la adolescente transexual que se siente atraída por hombres maduros en Euphoria, la serie de HBO que explora el lado más oscuro de la adolescencia a través de un llamativo cóctel de drogas y sexo.

Hija de un pastor de la Iglesia Presbiteriana, Schafer sabe bien de lo que habla su personaje. Nacida en Raleigh (Carolina del Norte, EEUU) como chico, en el instituto inició la transición hacia el cambio de sexo, y pronto sacó a relucir su lado más reivindicativo: en el 2016, denunció al estado en el que se había criado al presentarse un proyecto de ley que obligaba a las personas a utilizar los baños públicos según el sexo que especificaba su certificado de nacimiento, y no con el que se identificaban. Su cruzada la llevó a ser nombrada por Teen Vogue como una de las 21 menores de 21 años que estaban cambiando el mundo.

Sin embargo, Schafer nunca se ha considerado una activista. «Me encontraba en una situación de privilegio durante mi transición [debido al apoyo de su familia] y pensé que podía hacerme visible para ayudar a mi estado a comprender que lo que estaban haciendo era perjudicial para mi comunidad», reconoció a la revista Variety.

Su debut en la pequeña pantalla le hizo aparcar por un tiempo su prometedora carrera como modelo, después de desfilar para firmas como Dior, Miu Miu, Tommy Hilfiger, Christian Dior, Helmut Lang, Marc Jacobs, Versus Versace, Emilio Pucci y Erdem. Su experiencia en la moda iba incluso más allá, ya que antes de fichar por la serie estaba a punto de mudarse a Londres para estudiar diseño. Hasta que se enteró a través de Instagram del casting de Euphoria y su vida dio un vuelco.

«Lo intenté solo porque estaba ligeramente interesada en la interpretación, pero no era algo que pensé que seguiría seriamente», reveló a The New York Times Schafer, poco dada a ir a fiestas durante su adolescencia, una época en la que descubrió su pasión por la creación: «Hacer obras de arte fue mi salvación en la escuela secundaria», ha confesado.

Su interpretación de Jules, una chica trans cuyo hilo argumental va más allá de su condición sexual, le está dando la oportunidad de reivindicar personajes tan ricos como el suyo en Euphoria: «Es necesario que existan más papeles en los que las personas trans no solo se ocupen de ser eso. Están siendo trans mientras deben tratar otros asuntos. Somos mucho más complejos que una sola identidad», aseguró a Variety. El éxito le ha dado pie a plantear el debate de la elección de artistas transgénero «Es preferible que las personas trans interpreten a personajes trans, porque ya hay demasiados actores cisgénero en Hollywood», argumentó la actriz.