La Fórmula 1, que acaba de instalarse en el circuito de Montmeló --donde a partir del próximo viernes se celebrará el Gran Premio de España--, todavía no ha decidido cuándo y cómo dará el salto, irremediable, a la alta definición (HD). Pero las motos, cuya popularidad va en aumento, especialmente por la agresividad y vistosidad de sus retransmisiones, ya está investigando y trabajando la manera de, recién estrenada la alta definición, cambiar cuanto antes al 3D. Cierto, será lento, muy trabajoso, tal vez carísimo, pero hay quien calcula que, en cuatro o cinco años, las tele en tres dimensiones entrará a chorro en nuestros hogares.

Las motos, cuya tecnología televisiva ha sido siempre pionera en multitud de facetas, por ejemplo, las cámaras on board --las lentes que muestran con minicámaras cómo se mueve el piloto sobre su caballo con ruedas--, empezaron a trabajar, el pasado fin de semana en el Gran Premio de España que se disputó en el circuito de Jerez con dos equipos de cámaras 3D. Eran sofisticados ingenios que, desde California (EEUU), envió la compañía que crearon el director James Cameron y el ingeniero Vincent Pace. Estos dos monstruos cinematográficos de las tres dimensiones son los creadores, a través de su Fusion Camera System, de la tecnología 3D más avanzada del mundo. Una tecnología que les permitió hacer realidad el sueño de la película Avatar.

Cameron y Pace pidieron permiso a Dorna Sports, organizadora del Mundial, para estar en varios grandes premios, grabar imágenes y, acabado el Mundial, ofrecer un documental en 3D de esa fascinante competición. Y todo como paso previo a una posible colaboración tecnológica con Dorna TV.

CAMARAS COMPLEJAS

Las sofisticadas cámaras de 3D que deambularon por Jerez son de una complejidad enorme. "Estamos en los inicios, también los primeros móviles eran unos mamotretos, ¿verdad?", señaló Manel Arroyo, responsable de Dorna TV. Esas cámaras han de ser manejadas por dos técnicos. Uno, el que maneja la cámara, encuadra, enfoca y utiliza el zum a su antojo; el otro, el estereógrafo, además de cargar en su espalda con el pesado grabador, es quien maneja, juega, con la tercera dimensión, posicionando el objeto en el espacio y otorgando más o menos profundidad a la escena según su criterio artístico. El estereógrafo es, sin duda, el auténtico especialista en 3D.