En el archivo de Televisión Española se conservan 1.750.000 vídeos de producción propia, ajena y de seguridad y unas 240.000 latas de material filmado en celuloide, lo que supone un total de cerca de 1.740.000 horas de grabaciones. Buena parte de la historia visual de los últimos 50 años corre peligro de perderse si no se pasa en breve a soporte digital, según anunció ayer Carmen Caffarel, directora general de RTVE.

Caffarel realizó este llamamiento a los políticos y a la sociedad en general para salvar, lo que consideró, es parte importante de la "memoria audiovisual" de España. La principal necesidad es la aportación presupuestaria que permita afrontar los trabajos necesarios. La directora general no quiso concretar el dinero que permitiría afrontar con éxito la operación, aunque el proceso de digitalización que se lleva en Francia desde 1999 cuenta con 150.000 millones de euros. En España se firmó en el 2002 un acuerdo entre RTVE y la SEPI para este fin, pero lo único que se ha digitalizado por completo es el archivo sonoro de RTVE, unas 240.000 horas, con un coste de cinco millones.

En TVE se conservan documentos grabados en celuloide, cintas de vídeo de una y dos pulgadas para magnetoscopios tipo U-Matic, ya muy deteriorados, y otros soportes más modernos pero igualmente frágiles. El material en estado más precario es el cinematográfico, que en el 2015 podría desaparecer. De momento se ha comenzado por recuperar los vídeos mas antiguos, porque el celuloide necesita un tratamiento más minucioso y caro.

Preservar los fondos audiovisuales que atesora el archivo de RTVE es fundamental para construir la imagen y la identidad histórica de la sociedad española porque, como aseguró ayer Manuel Palacio, catedrático de la Universidad Carlos III, en nuestro tiempo "la conexión entre memoria e historia se hace a partir de imágenes".

"INYECTAR MAS DINERO" Caffarel explicó que en el 2005 ya alertó en el Parlamento sobre la urgencia de digitalizar los archivos. Aunque la propuesta fue bien recibida, la directiva de RTVE consideró ayer que es el momento de que "se inyecte más dinero y recursos". "Es un proceso lento y costoso", dijo, porque no se conoce todavía el contenido de muchas latas de película, "y abrir cada lata cuesta dinero, y el tiempo corre en nuestra contra".