A China le quedan menos peldaños para la cúspide de la economía mundial, que muchos expertos pronostican que alcanzará en el 2050. En apenas cinco meses ha pasado de ser la sexta a la cuarta. Adelantó a Francia en enero y, ahora, al Reino Unido. Por delante solo quedan EEUU, Japón y tiene a tiro a Alemania. La clasificación la ha publicado el Banco Mundial (BM), que ha medido el ingreso nacional bruto utilizando el método Atlas, que anula la fluctuación de tipos de cambio al aplicar una media trianual. China ya había superado el año pasado al Reino Unido en cuanto a tamaño de producto interior bruto (PIB), pero entonces se usó el tipo cambiario del momento, mucho menos fiable.

Según el Banco Mundial, la producción de China en el 2005 fue de 2,263 billones de dólares (1,781 billones de euros), casi empatada con el Reino Unido. Solo la separan 94 millones de dólares, es decir, un 0,004%. Si el crecimiento en China sigue su ritmo, no tardará en rebasar a Alemania, cuya producción alcanzó los 2,852 billones de dólares. Muy lejos quedan Japón, con 5 billones de dólares, y EEUU, con 13. España está en octavo lugar, con 1,1 billones. Pero al milagro económico siempre se le ven las costuras por el lado de la renta per cápita. Ahí China ocupa el puesto 128, por delante de Armenia y detrás de Samoa o Surinam. Esa desigualdad brutal en el reparto de riqueza genera frustración y constantes conflictos en las clases olvidadas en las reformas emprendidas por Deng Xiaoping.