Las cámaras de Comando al sol retratan un momento único: la ordenación de más de una veintena de caballeros templarios, en pleno siglo XXI y en el Bierzo. Siguiendo las rutas del turismo de temperatura, le dan la vuelta a la Sierra de La Demanda riojana en busca de los lugares más frescos y prueban jugosos secretos culinarios entre bosques de hayas, pinos, fresnos y avellanos. El periplo de los reporteros finaliza en la cara B de Alicante: ni chiringuitos repletos, ni playas abarrotadas, ni rascacielos en primera línea de mar en la segunda mitad de agosto.

En Ponferrada hay una lista en la que todos quieren apuntarse. Estar inscrito en ella es aspirar a formar parte de la historia de esta ciudad del Bierzo en la que sus habitantes, aseguran, llevan sangre de peregrino en las venas. Para ser elegido hay que esperar, como mínimo, tres años. Es en el Castillo del Temple, monumento histórico artístico, donde familias enteras, cuñados, sobrinas, tíos, suegros y nueras asisten a una ceremonia que desde hace 20 años convierte a Ponferrada en ciudad templaria mundial durante una noche. Después, un gran banquete congrega a cerca de 700 personas alrededor del buen vino, la cerveza y centenares de empanadas de ternera.

Al turismo de temperatura se apuntan quienes marcan en el mapa los lugares más frescos para pasar el verano. Lo cuenta Dani, guía de montaña y de la Sierra de la Demanda, un paraíso de senderos y de pistas entre hayedos, bosques de pinos, fresnos y avellanos en La Rioja. En Zaldierna, un pueblo de apenas 15 habitantes y famoso por sus croquetas, recalan los viajeros que buscan calma en este refugio natural y desconocido de La Rioja. Sus vecinos de Ezcaray, de 2.000 habitantes, presumen de sus 30 bares y restaurantes, y de sus peculiares fiestas.