Si en la España de la transición se tomó la decisión de no desenterrar los cadáveres, no sería lógico que la serie lo hiciera". Quien así habla es Eduardo Ladrón de Guevara, el director de Cuéntame cómo pasó , la serie de más éxito de TVE-1. La comparación sirvió, ayer, de respuesta a quienes acusan a los guionistas de la producción de mostrar la dictadura franquista de forma muy edulcorada.

El y el subdirector del departamento de ficción de TVE, José Ramón Vázquez, expusieron las claves de su trabajo en las Novenas Jornadas de Comunicación, que organiza la Facultad Blanquerna de la Universitat Ramon Llull. Se trataba de hablar del imaginario histórico en la ficción televisiva, a partir de Cuéntame... y de la serie de TV-3 Temps de silenci (Tiempo de silencio ).

En un auditorio formado por estudiantes, el responsable de ficción de TVE abrió, sin proponérselo, la caja de los truenos. El mismo reconoció que la producción propone "una mirada suave sobre la realidad" y ofrece una visión "ingenua" sobre el pasado. Fue la forma de presentar el entorno en el que se mueve la familia Alcántara: funcionario él (Imanol Arias), ama de casa ella (Ana Duato), a los que el desarrollismo franquista de la década de los 60 y de los 70 aboca al pluriempleo, a la corrupción inmobiliaria y a las primeras tensiones sociales por la inmovilidad del régimen.

"Se nos ha criticado porque la serie huye de las referencias políticas. No estoy de acuerdo", añadió el director de la serie. Tal contundencia tuvo un momento de zozobra argumental, cuando reconoció que el trabajo quizá adolezca de un mayor compromiso. Al punto, llegó la respuesta: "Pero también es verdad que la militancia política en aquella época era muy escasa y en las familias no había inquietudes políticas, había temor".